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Falta de acuerdos con el Gobierno reaviva protestas del campo en Argentina


El estancamiento de las negociaciones para poner fin al largo conflicto entre el Gobierno de Argentina y el campo desembocó este miércoles en el reinicio de las protestas agropecuarias en este país, uno de los mayores productores y exportadores mundiales de alimentos.



Las cuatro principales patronales rurales resolvieron reanudar la huelga comercial suspendida desde hace cinco semanas tras considerar que en ese período de «tregua» no se produjeron avances en la negociación con el Ejecutivo.



Los dirigentes de la Federación Agraria Argentina (FAA), la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA) resolvieron no comercializar, hasta el próximo 15 de mayo, granos destinados a la exportación.



El titular de la CRA, Mario Llambías, dijo en rueda de prensa que en esta nueva protesta, de ocho días, se realizarán movilizaciones de productores agropecuarios «a la vera de las rutas» y asambleas en diferentes puntos del país.



Además, aclaró que «el normal abastecimiento a la población es prioritario» y que se «deberá facilitar la libre circulación» de transportes de alimentos destinados al consumo doméstico.



Los productores agropecuarios realizaron durante tres semanas una huelga comercial con cortes de carreteras en demanda de una política agropecuaria integral y el levantamiento de un nuevo esquema de impuestos móviles a las exportaciones de granos.



La medida, que provocó desabastecimiento y encarecimiento de alimentos, fue suspendida el pasado 2 de abril, por el plazo de un mes, para habilitar las negociaciones entre las entidades del campo y el Gobierno, que estuvieron plagadas de tensión, marchas y contramarchas.



El viernes pasado, los agricultores habían resuelto esperar hasta ayer para ver si el Gobierno aceptaba discutir el tema de las retenciones, a lo que tampoco accedió el secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, en un encuentro que mantuvo hoy con las patronales rurales.



Tras una reunión celebrada ayer entre las partes, los dirigentes del campo aseguraron que el Gobierno admitió que hubo «errores» en la puesta en marcha del nuevo esquema impositivo, lo cual fue desmentido horas más tarde por el Ejecutivo, algo que irritó a los productores rurales.



El presidente de la FAA, Eduardo Buzzi, rechazó «el nivel de confrontación al que fue llevando el Gobierno» a las entidades del campo y remarcó que tampoco hubo avances en las negociaciones sobre problemáticas de sectores como el de «la carne, los lácteos, el trigo y las economías regionales».



«Hay un ánimo de confrontación, sino no se explica esta actitud» del Ejecutivo, enfatizó.



Por su parte, Llambías destacó que el próximo 15 de mayo, cuando concluya la «nueva etapa de la protesta», las entidades rurales volverán a reunirse «para evaluar la situación y resolver los pasos a seguir».



Ante preguntas de periodistas, el dirigente dijo que si igualmente se reanudan los bloqueos de carreteras «serán decisiones tomadas por quienes lo hagan y efectos no deseados ni buscados» por las patronales agropecuarias.



«En algún caso puede haber (cortes de caminos). Hay bronca contenida, pero hay disciplina en la mayoría de las provincias. De ninguna manera se interrumpirá el paso de productos de primera necesidad, pero sí de los granos de exportación», expresó a su vez Buzzi.



Horas antes de que las entidades anunciaran la reanudación de las protestas, el Gobierno afirmó que «es inadmisible la presión constante» de los dirigentes del campo.



El jefe del gabinete de ministros, Alberto Fernández, sostuvo que las asociaciones agropecuarias en conflicto negocian bajo la condición de que «si no se hace lo que quieren, se vuelve al paro».



El presidente de la SRA, Luciano Miguens, consideró que «ahora es el Gobierno el que tiene que citar» a las patronales rurales «si está dispuesto a dar una solución» a sus demandas y expresó su deseo de que «se vuelvan a reiniciar» las negociaciones.



Argentina es el primer exportador mundial de girasol, el segundo de maíz, el tercero de soja y el cuarto de trigo, y ocupa también puestos de relevancia en el comercio global de derivados (aceites y harinas) de estos granos.



EFE

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