Publicidad

Jefe militar de las FARC iba a ser asesinado por sus guardias

Los conspiradores «fueron descubiertos y tres de ellos fueron asesinados por el ‘Mono Jojoy'», agregó un oficial, que resaltó que «tres escaparon; uno de ellos está con nosotros».


El jefe militar de las FARC, Jorge Briceño Suárez, alias «El Mono Jojoy», iba a ser asesinado por seis guerrilleros de su guardia personal, que urdieron un plan para cobrar una recompensa millonaria, aseguraron este sábado en Bogotá fuentes castrenses.



El comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, general Freddy Padilla de León, dijo que la intentona fue revelada a las autoridades por uno de los rebeldes implicados en ella, que desertó tras huir junto a dos de sus compañeros.



Los otros tres no pudieron escapar y fueron asesinados, sostuvo Padilla, quien reveló el plan en declaraciones que ofreció a la prensa en la Escuela Militar «José María Córdoba», en el oeste bogotano.



Según la versión, los seis implicados buscaban hacerse a los 5.000 millones de pesos (2,80 millones de dólares) que el Gobierno del presidente Álvaro Uribe ofrece como recompensa por cada uno de los siete miembros del Secretariado (mando central) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entre ellos Briceño.



«Hace un mes (y) diez días, seis hombres de su guardia personal, de su seguridad más íntima, decidieron matarlo para cobrar la recompensa», señaló el general Padilla.



Los conspiradores «fueron descubiertos y tres de ellos fueron asesinados por el ‘Mono Jojoy'», agregó el oficial, que resaltó que «tres escaparon; uno de ellos está con nosotros».



El comandante de las Fuerzas Militares consideró que este hecho «indica claramente que el esfuerzo que estamos realizando es contra todos los cabecillas (de grupos armados ilegales), sin importar a cuál organización criminal pertenezcan».



Un plan similar fue el que le costó la vida a «Iván Ríos», alias de Manuel Jesús Muñoz, primer miembro del mando central de las FARC que muere de manera violenta a manos de uno de sus guardaespaldas.



Muñoz y su compañera sentimental fueron asesinados a tiros por Pablo Montoya, conocido con el alias de «Rojas» y considerado como el responsable de la seguridad del jefe insurgente.



El asesino cercenó la mano derecha de Muñoz como prueba del crimen, recogió el computador y los documentos de su superior y se entregó a tropas militares, que posteriormente lo dejaron a disposición de la fiscalía, que lo procesó por el crimen.



El Gobierno reconoció a Montoya y a otras tres personas no identificadas una recompensa de 1,40 millones de dólares.



EFE

Publicidad

Tendencias