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Consumo de cocaína aumenta rinoplastias para reconstruir tabique nasal

Según los últimos datos aportados por la ONU, la tasa de consumo de cocaína en España ha superado, por primera vez en la historia, la de Estados Unidos, y cuadruplica la media europea.


El consumo de cocaína en España está causando un aumento de las operaciones de nariz (rinoplastias) para reconstruir el tabique nasal, y los médicos descubren cada vez más casos de personas con esta adicción en exploraciones nasales.



Aunque no hay datos globales, el número de peticiones de esta intervención está creciendo mucho, explicó a Efe el doctor José María Palacín, cirujano plástico de un centro de Barcelona en el que se hacen ese tipo de intervenciones.



Según Palacín, cada vez se detectan con mayor frecuencia signos inequívocos del consumo de cocaína en personas que se exploran a fondo por problemas de respiración, traumatismos faciales, accidentes de circulación o que quieren ser sometidos a una operación estética.



Cuando los médicos les avisan de los peligros de su adicción «la mayoría niega su condición de consumidores» de esta droga, añadió.



El perfil de este tipo de pacientes adictos a la cocaína es tanto de hombres como mujeres de 30 a 50 años, y los síntomas menores en las fosas nasales son hemorragias, pequeños silbidos de la nariz y formación de mucosidades excesivas con costras sangrantes.



Sin embargo, para una perforación del tabique nasal el consumo debe ser frecuente y de importancia durante más de dos años, y el nexo común en esos casos es que tienen la nariz deformada y torcida.



Según los últimos datos aportados por la ONU, la tasa de consumo de cocaína en España ha superado, por primera vez en la historia, la de Estados Unidos, y cuadruplica la media europea.



Son datos que reflejan un importante problema de salud pública, ya que se estima que uno de cada cinco consumidores europeos son españoles.



Palacín explicó que la cocaína tiene un efecto vasoconstrictor, es decir, disminuye el flujo sanguíneo en las zonas que mantienen contacto con esta sustancia e impide que llegue tanta sangre como es necesaria.



Cuando el consumo es excesivo y habitual en la misma zona, esta falta de riego casi permanente hace que se resientan los tejidos o que mueran todos los que están en contacto con esta sustancia.



Es a partir de ahí cuando se produce el deterioro del tabique nasal, que está formado por cartílago y mucosa, y cuando se debilitan los tejidos produciendo una perforación.



Respecto a la cirugía correctora, Palacín matizó que existen diferentes grados de deformación, desde aquellos pacientes que requieren pequeñas intervenciones para retocar defectos menores, hasta otros que necesitan recurrir a la microcirugía para corregir defectos importantes.



La reconstrucción del tabique nasal se realiza reemplazando el cartílago y las mucosas dañadas por los mismos tejidos extraídos de otras zonas del cuerpo, como son el pabellón auricular, la costilla o el antebrazo.



«Pensar que se coloca un tabique de platino es un falso mito», aclaró el doctor.



Sin embargo, antes de llevar acabo una cirugía reparadora, los cirujanos plásticos deben asegurarse, a través de un estudio psicológico previo, de que el paciente ya no es consumidor de cocaína porque, si continúa consumiendo, en pocos días de destruye todo lo que se haya conseguido reconstruir.



EFE

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