Publicidad

McCain y Obama miden fuerzas para captar el voto hispano

Obama y McCain ofrecieron visiones distintas, en tono y contenido, sobre cómo reactivar la economía y defendieron sus posturas sobre inmigración, dos temas dominantes del encuentro.


Los aspirantes a la presidencia de Estados Unidos Barack Obama y John McCain midieron fuerzas este martes en busca del voto hispano, disputándose quién es el más comprometido con esta minoría y con la reforma migratoria.



Ambos ofrecieron discursos durante la 79 convención de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), en un encuentro dominado por demócratas y que, a juzgar por un ambiente más festivo, favoreció a Obama.



Se trata del segundo de tres foros hispanos a los que han sido invitados los dos, en clara señal de la importancia del voto hispano en estos comicios.



Obama y McCain ofrecieron visiones distintas, en tono y contenido, sobre cómo reactivar la economía y defendieron sus posturas sobre inmigración, dos temas dominantes del encuentro.



En un discurso de inconfundible corte populista, Obama aseguró que Estados Unidos necesita un Gobierno que «funcione para todos los estadounidenses» y no sólo para unos pocos.



A manera de ejemplo dijo que «una hispana que no logra graduarse, no es un problema hispano, es un problema estadounidense».



También enfatizó el problema de la inmigración ilegal, el desempleo -que afecta de forma desproporcionada a los hispanos-, y la escasez de cobertura médica, entre otros males.



«Necesitamos un presidente que no abandonará algo tan importante como la reforma (migratoria) integral cuando resulta políticamente impopular», agregó Obama, quien reiteró su promesa de hacerla su «principal prioridad» durante su primer año de mandato, si gana en noviembre.



Obama, que lidera en las encuestas de opinión frente a McCain, recibió una ruidosa ovación con sus «sí se puede», que los cerca de mil asistentes retomaron como grito de consigna en al menos dos ocasiones.



De hecho, su intervención, durante la tarde, atrajo más personas que la de McCain, y se tuvieron que acomodar más mesas y sillas en el salón del hotel donde se realizó el encuentro.



McCain, que ha ganado cuatro elecciones en el Senado gracias en parte al apoyo latino, insistió hoy en que la seguridad fronteriza prima sobre una posible reforma migratoria, algo que le ha valido incluso abucheos en otros auditorios.



A los estadounidenses «debemos demostrarles que podemos y lograremos asegurar nuestras fronteras primero, a la vez que respetamos la dignidad y los derechos de los ciudadanos y los residentes legales», dijo McCain en su discurso de aproximadamente media hora.



Tanto Obama como McCain comparten, a grandes trazos, la misma óptica sobre qué hacer con la presencia de unos doce millones de indocumentados en Estados Unidos.



Su campaña distribuyó una hoja en la que destacó que Obama apoyó cinco enmiendas «venenosas» que sepultaron la reforma migratoria en 2007.



En defensa de la pequeña empresa, McCain propuso reducir de 35 a 25 por ciento la tasa tributaria para los negocios, a la vez que dijo rechazar «las falsas virtudes del aislamiento económico».



McCain regresó de una gira reciente por Colombia y México y aunque defendió la liberalización comercial como instrumento para crear empleos, no hizo mención del Tratado de Libre Comercio con Colombia, pendiente en el Legislativo.



Pero sí se solidarizó con quienes han sido desplazados por el comercio exterior, apoyando una reforma «exhaustiva» de los programas de desempleo y capacitación de esos trabajadores.



Se calcula que al menos nueve millones de hispanos acudirán a las urnas en noviembre, comparado con los 5,6 millones que lo hicieron en 2006.



Obama se ha ido ganando el apoyo de más hispanos, que representan el 15 por ciento de la población, desde que su rival demócrata, la senadora Hillary Clinton, dejó la contienda.



Es una ventaja que no se dejará quitar fácilmente, según dijo en entrevista con Efe el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, quien aseguró que Obama «jamás ha cambiado en el tema de inmigración».



En este foro, McCain desplegó una enérgica defensa de su programa para sanear los problemas económicos y sociales más apremiantes del país e indicó cómo la desconfianza de los estadounidenses en la capacidad del Gobierno en resguardar las fronteras explica en parte el fracaso del plan de reforma migratoria.



Por tanto, dijo, hay que recuperar esa confianza primero y fortalecer la vigilancia fronteriza.



EFE

Publicidad

Tendencias