La delegación que asistió a la reunión en la embajada estaba compuesta por los senadores Eduardo Suplicy y Joao Pedro da Costa, ambos del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), por Pedro Simon, del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMBD), y por Cristovam Buarque, del opositor Partido Democrático Laborista (PDT).
El Senado brasileño le expresó al embajador de EE.UU. en Brasil, Clifford Sobel, su preocupación por la decisión de Washington de reactivar la IV Flota de la Marina, responsable por surcar los mares latinoamericanos, informó hoy el Legislativo.
Una delegación de cuatro senadores, conformada la semana pasada por la Comisión de Relaciones Exteriores, le pidió a Sobel que transmita las reservas de Brasil a los dos principales candidatos a la presidencia de EE.UU., el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, señaló el Senado en su página en Internet.
La delegación que asistió a la reunión en la embajada estaba compuesta por los senadores Eduardo Suplicy y Joao Pedro da Costa, ambos del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), por Pedro Simon, del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMBD), y por Cristovam Buarque, del opositor Partido Democrático Laborista (PDT).
«Hicimos una petición para que la IV Flota no venga. La noticia de la recreación de esa Flota tuvo una repercusión muy negativa en toda América y extrañamos que la decisión haya sido tomada al final del Gobierno (de George W.) Bush y en un momento en que la situación es tan tranquila en Latinoamérica», afirmó Simon.
«No existe ningún asunto interno de América Latina que pueda servir de pretexto para una iniciativa de ese porte por parte de Estados Unidos. Somos capaces de resolver nuestras divergencias con tranquilidad, como ya lo demostramos recientemente en el incidente entre Colombia y Ecuador», agregó el senador.
El Gobierno de Estados Unidos anunció hace tres meses que la IV Flota Naval de la mayor potencia militar del mundo volverá a navegar por los mares de Latinoamérica a partir de julio y con su base en Mayport (Florida).
Dicha flota nació en 1943, durante Segunda Guerra Mundial, para reforzar la defensa del continente contra ataques de aviones y submarinos alemanes y japoneses, pero fue disuelta cinco años después de terminado el conflicto.
De acuerdo con la nota del Senado, el embajador le dijo a los legisladores brasileños que la Flota no contará con navíos permanentes, que estará integrada por 120 funcionarios de la Marina en Florida y que será destinada principalmente a actividades humanitarias, como asistencia a víctimas de desastres naturales, y al combate al narcotráfico.
En su conversación con el diplomático, los senadores brasileños recordaron la actuación de la Marina de EE.UU. en los hechos que antecedieron al golpe militar que sufrió Brasil en 1964 y que están relatados en un libro escrito por el entonces embajador de Estados Unidos en Brasilia, Lincoln Gordon.
Según el libro de Gordon, varios navíos de Estados Unidos permanecieron cerca a la costa de Brasil antes del golpe por si necesitaban apoyar a los militares brasileños golpistas en caso de una reacción de fuerzas fieles al Gobierno democrático.
«No tenemos los mejores recuerdos de esa época», dijo Suplicy.
«También le recordamos al embajador que Brasil y EE.UU. han tenido muy buenas relaciones pese a discrepar de decisiones como la de la guerra en Irak», añadió el senador socialista.
Simon manifestó su extrañeza con la recreación de la IV Flota precisamente en momentos en que Brasil anuncia el descubrimiento de gigantescas reservas de petróleo en aguas profundas del océano Atlántico y a unos 300 kilómetros del litoral brasileño.
Tales reservas, según estimativas no oficiales citadas por la nota del Senado, tendrían entre 50.000 y 70.000 millones de barriles de petróleo.
El embajador, según la misma nota, aclaró que Estados Unidos tiene tradición de respetar los mares territoriales y negó que la recreación de la IV Flota tenga alguna relación con los hallazgos brasileños de hidrocarburos.
EFE
