Los cuerpos fueron descubiertos por un nieto de una de las víctimas, quien avisó a los vecinos que dijeron no haberse percatado de la muerte de las mujeres.
Dos mujeres y una menor surcoreanas de la misma familia murieron este domingo apuñaladas por unos ladrones que entraron para robar en su vivienda de Ologanpo, a unos 80 kilómetros al oeste de Manila, informaron fuentes policiales.
Los agentes encontraron el cuerpo de Chang Suk-hi, de 54 años, tirado en el suelo de un dormitorio con varias puñaladas en el cuello, mientras que su hija y su nieta, de 10 años, yacían desnudas en una cama de la misma habitación con señales de haber sido violadas.
El jefe de la Policía local, Abelardo Villacorta, afirmó que los asaltantes entraron al hogar de madrugada por el hueco del aparato de aire acondicionado y que, tras asesinar a las víctimas, registraron los cajones en busca de objetos de valor.
Otro nieto de Chang, que dormía en otra habitación, fue quien descubrió los cuerpos de las dos mujeres y la menor y dio la alarma a sus vecinos, quienes dijeron que escucharon ladrar a un perro después de la media noche pero que no se percataron del crimen.
Olocampo se encuentra cerca de la antigua base estadounidense de Subic, reconvertida en un área industrial y turística donde hay un gran número de negocios dirigidos por surcoreanos.
EFE
