Publicidad

Reeligen a Evo Morales máximo dirigente de principal sindicato cocalero

La reelección se produjo a pesar de que a fines de junio el mandatario había planteado su intención de dejar el cargo debido a que, por su apretada agenda presidencial, su actividad sindical ya es meramente simbólica.


El presidente de Bolivia, Evo Morales, fue reelegido como máximo dirigente del principal sindicato cocalero de ese país, a pesar de que hace semanas planteó públicamente su intención de abandonar el cargo.



Morales fue ratificado esta madrugada como secretario ejecutivo de la Federación del Trópico de Cochabamba, puesto que ocupa desde hace veinte años.



La reelección se produjo a pesar de que a fines de junio el mandatario había planteado su intención de dejar el cargo debido a que, por su apretada agenda presidencial, su actividad sindical ya es meramente simbólica.



Morales fue nombrado en 1985 secretario general de la Federación del Trópico, el sindicato cocalero más importante de Bolivia, en el que en 1988 asumió el cargo de ejecutivo.



Desde 1996 es además el presidente del Comité de Coordinación de las Seis Federaciones de Cocaleros del Trópico de Cochabamba, lo que le convierte en el principal dirigente de todo este sector.



Desde esta actividad sindical, Morales accedió a la vida política en 1997, cuando fue elegido diputado e inició una carrera que le llevó a la presidencia de la República el 22 de enero de 2006, tras ganar las elecciones generales de diciembre de 2005.



En el acto de su reelección como dirigente sindical, Morales aprovechó para defender el referendo revocatorio al que se deberá someter en agosto junto a ocho de los nueve prefectos departamentales y acusó de «golpismo» a las cortes departamentales electorales que se han posicionado contra la consulta, informó la agencia estatal ABI.



«El no garantizar una ley nacional aprobada por el Congreso, promulgada por el Poder Ejecutivo, es un golpe a la democracia, es el golpe al pueblo y al Congreso Nacional», dijo.



Además, amenazó con la posibilidad de que «el pueblo se levante contra estas entidades porque no están respetando la democracia, las leyes ni la voluntad soberana del pueblo».



La consulta fue convocada de forma repentina en mayo pasado por el Senado, controlado por la opositora Poder Democrático y Social (Podemos).



La norma dispone que serán revocadas las autoridades que reciban en contra una votación igual o superior al porcentaje y al número total de sufragios obtenidos a favor en los comicios de 2005.



Así, para sacar de su cargo al presidente sería necesario casi un 54 por ciento de votos en contra, mientras que para prefectos como el de La Paz bastaría con alrededor del 38 por ciento, o del 48 en el caso de los gobernadores de Cochabamba y Santa Cruz.



Es por esto que cada vez más sectores de la oposición se han pronunciado en contra de la consulta, en la que consideran que Morales parte con ventaja.



EFE

Publicidad

Tendencias