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Morales llama a la unidad tras su victoria en el referendo revocatorio

El mandatario logró el objetivo de conseguir más apoyo del que obtuvo en las urnas cuando fue electo presidente. En un mensaje a la nación transmitido anoche, el jefe de Estado invitó a los gobernadores de las regiones que piden autonomía a fusionar los reglamentos autonómicos que las rigen con la Constitución, a fin de »garantizar la unidad y la identidad» del país.



El presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó a la unidad de los bolivianos que, según dijo, se logrará «juntando la nueva Constitución Política del Estado con los estatutos autonómicos» pero desde el respeto a la legalidad.



Morales ofreció la noche del domingo un mensaje al país desde el balcón presidencial del Palacio de Gobierno de La Paz tras el referendo sobre mandatos en el que, según los sondeos, ha salido ratificado con un apoyo más amplio que el que cosechó en su victoria electoral de 2005.



Ante una multitud congregada en la paceña Plaza Murillo, Morales expresó su respeto por los prefectos (gobernadores) autonomistas que fueron ratificados, según las encuestas, y los invitó a trabajar «de manera conjunta» para garantizar la unidad y la identidad de Bolivia.



«Respetaremos la legitimidad que tienen los prefectos ratificados», garantizó el gobernante aimara.



El referendo de revocación celebrado en Bolivia supone un punto de inflexión en la grave crisis del país, caracterizada por la pugna entre el proyecto constitucionalista de Morales y el plan autonomista emprendido por varios gobernadores opositores al margen del Gobierno y el Congreso Nacional.



Según Morales, la voluntad expresada en las urnas es un voto «para consolidar el cambio» emprendido por su Gobierno y avanzar «en la recuperación de los recursos naturales, profundizar en la nacionalización y recuperar las empresas del Estado», por lo que instó a todos los prefectos y alcaldes del país a sumarse a este proceso.



También los llamó a trabajar junto con su Gobierno para lograr el objetivo de terminar con la «extrema pobreza» de Bolivia con una visión unitaria y no pensando sólo «en regiones y determinados sectores».



Morales destacó que la voluntad de los bolivianos es seguir luchando «por su dignidad, unidad e identidad y que esperaba que «esa voluntad sea escuchada» por los sectores de la oposición.



Por último, el mandatario dedicó que el éxito del «revocatorio» celebrado «a todos los revolucionarios de América y del mundo».



Bolivia celebró el domingo un referendo inédito en la historia del país donde, según los sondeos, Morales, su vicepresidente y cinco gobernadores, la mayoría opositores, han salido ratificados en sus mandatos, según los sondeos de los medios de comunicación.



Las encuestas revocan de sus cargos a tres prefectos: los opositores de La Paz y Cochabamba y el oficialista de la región andina de Oruro.



Los resultados oficiales y definitivos no se conocerán hasta dentro de siete o diez días, según la Corte Nacional Electoral (CNE).



Proceso tranquilo



Los bolivianos acudieron con calma a las urnas a pesar de las tensiones de los últimos días, pero sin resolver las dudas sobre la fórmula de revocación de los prefectos (gobernadores), que se sometieron a esta consulta junto al presidente Morales.



La tranquilidad fue la tónica en las primeras horas del revocatorio, al que fueron llamados cuatro millones de ciudadanos que se repartieron en más de 22.000 mesas electorales para emitir su sufragio en todo el país.



Después de la ola de protestas políticas y sociales que sacudió el país la pasada semana, en el «día de la verdad» para Morales, su vicepresidente, Álvaro García Linera, y los prefectos sólo se produjeron algunos incidentes.



Uno de ellos ocurrió en la región del Beni (noreste) donde se produjo un asalto al envío de ánforas destinadas a la pequeña localidad de Yucumo, y el otro en La Paz, donde denunciaron que un hombre intentó disparar al prefecto opositor José Luis Paredes en unos hechos que se están investigando.



Sin embargo, en Bolivia se mantenía la incertidumbre y la confusión sobre qué porcentaje se aplicaría para revocar a los prefectos ya que el Gobierno y la Corte Nacional Electoral defendían fórmulas distintas.



El Gobierno de Morales insistió durante la jornada en que se debía acatar la ley que regula la consulta. En ella se establece que un prefecto será revocado si los votos en contra (el «no») superan el apoyo obtenido en las elecciones de 2005.



Los actuales gobernadores de Bolivia fueron elegidos en 2005 con apoyos que oscilan entre el 38 y el 48 por ciento por lo que, aplicando esta fórmula, había prefectos que podrían ser revocados aunque el «sí» a su gestión sea mayoritario en la consulta de hoy.



La Corte Electoral, por su parte, reiteró que aplicaría un criterio igualitario acordado con sus filiales regionales por el que la revocación de prefectos solo se produciría si los votos en contra superan el 50 por ciento, lo que aumenta las posibilidades de ratificación de algunos prefectos opositores.



La misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) respaldó la fórmula de la Corte Nacional Electoral, por boca del ex vicepresidente guatemalteco y jefe de los observadores, Eduardo Stein.



«Quisiera ser estricto en este sentido. No va haber dos resultados esta noche. El resultado electoral depende de la Corte Nacional Electoral y las cortes departamentales», defendió Stein.



Para el caso de Morales, la ley y la interpretación que hace la Corte Nacional Electoral coincidía y establecía que su mandato podía ser revocado si la votación contraria era superior al 53,7 por ciento obtenido en los comicios presidenciales de 2005, lo cual, según lo confirmaron los escrutinios, no ocurrió.



Las principales autoridades de Bolivia aprovecharon las primeras horas de la jornada para votar, incluido Evo Morales que lo hizo en su feudo cocalero del Chapare en un ambiente festivo, entre los sones de una banda de música y vitoreado por los habitantes de la zona donde emprendió su carrera sindical y política.



Los prefectos opositores de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija también acudieron a las urnas pero mantenían una huelga de hambre iniciada la semana pasada para exigir la devolución de la renta petrolera que el Gobierno ha recortado a sus regiones para pagar un bono de ayuda a los ancianos del país.



El único que no votó fue el gobernador de Cochabamba, el opositor Manfred Reyes Villa, que se resiste a someterse al revocatorio y que incluso anunció recientemente que se postulará como candidato a la Presidencia de Bolivia.



Escenario político



Como sea, el referendo que celebró Bolivia el domingo marca un nuevo punto de inflexión en la complicada crisis del país, donde la refundación constitucional que impulsa Morales se enfrenta a la férrea oposición de varios gobernadores que han emprendido un plan autonomista al margen del Gobierno y del Congreso Nacional.



Morales llegó al revocatorio respaldado por las encuestas, en las que salía ratificado. Su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) confiaba en que el mandatario aimara podía lograr en esta consulta un apoyo superior al que obtuvo en 2005.



El presidente había expresado su deseo de que el voto del pueblo defina un nuevo escenario político en Bolivia y propicie la «reconciliación» y el «reencuentro de autoridades».



El referendo revocatorio de este 10 de agosto se convirtió también en la consulta más vigilada de cuantas se han celebrado en Bolivia, según la Corte Nacional Electoral, por la presencia de más de 300 observadores internacionales y 4.000 nacionales.



EFE

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