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Fidel Castro acusa a Bush de instigar la «aventura» de Saakashvili

Insiste el líder cubano en que Saakashvili, por su propia cuenta, «jamás se habría lanzado a la aventura de enviar el ejército georgiano a Osetia del Sur, donde chocaría con las tropas rusas emplazadas allí como fuerza de paz


El líder cubano Fidel Castro acusó este lunes al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, de haber instigado a su homólogo de Georgia, Mijail Saakashvili, para lanzar lo que califica de «aventura» militar en Osetia del Sur.



«Georgia no habría lanzado jamás sus fuerzas armadas contra la capital de la República Autónoma de Osetia del Sur (…) sin la concertación previa con Bush», afirma Castro en un artículo publicado en el sitio oficial de Internet www.cubadebate.com.



Recuerda que Bush «comprometió su apoyo al presidente Saakashvili para el ingreso de Georgia en la OTAN, lo que equivale a un puñal afilado que se intenta clavar en el corazón de Rusia».



«Muchos estados europeos que pertenecen a esa organización militar se preocupan seriamente por la manipulación irresponsable del tema de las nacionalidades, preñado de conflictos potenciales, que en la propia Gran Bretaña puede dar lugar a la desintegración del Reino Unido», advierte Castro.



«Yugoslavia -continua- fue disuelta por esa vía».



Insiste el líder cubano en que Saakashvili, por su propia cuenta, «jamás se habría lanzado a la aventura de enviar el ejército georgiano a Osetia del Sur, donde chocaría con las tropas rusas emplazadas allí como fuerza de paz».



«No se puede jugar con la guerra nuclear ni premiar el suministro de carne de cañón para el mercado. ¿Qué necesidad había de encender el polvorín del Cáucaso? (…) Rusia sigue siendo una poderosa potencia nuclear», recuerda el artículo.



«Si Rusia no significa hoy el fantasma del comunismo; si ya no apuntan directamente hacia los objetivos militares y estratégicos de Europa más de 400 plataformas nucleares que fueron desmanteladas al desaparecer la URSS, ¿por qué el empeño en cercarla con un escudo nuclear?», pregunta Castro.



Al igual que hizo ayer en un comunicado su hermano y sucesor, el general Raúl Castro, el ex presidente dice que «las tropas rusas que se encontraban en Osetia del Sur estaban desplegadas en una misión de paz reconocida internacionalmente».



«¿Por qué Georgia escogió (para el ataque) el 8 de agosto, cuando se inauguraban los Juegos Olímpicos», pregunta también Castro.



Agrega que «ese día cuatro mil millones de personas en todo el planeta presenciaron por televisión el maravilloso espectáculo con el que China inauguró esos juegos».



«Solo el pueblo de Estados Unidos no pudo disfrutar ese día la transmisión directa y en vivo de la estimulante fiesta de amistad entre todos los pueblos del mundo», afirma el líder cubano.



«El monopolio sobre los derechos de transmisión -añade- había sido adquirido por un canal televisivo mediante el pago de 900 millones de dólares (…) Las empresas competidoras tomaron desquite divulgando a esa hora las noticias de la guerra en el Cáucaso que no eran exclusivas de nadie».



Castro dice que «Bush sí pudo disfrutar el espectáculo como invitado oficial. Todavía el domingo 10 (…) se le veía agitando banderas, fingiendo ser adalid de la paz y preparado para deleitarse con las victorias de los magníficos atletas norteamericanos».



«En sus ratos de ocio -agrega-, mantenía largas conversaciones con los funcionarios subordinados en Washington, amenazaba a Rusia y alentaba los discursos, humillantes para ese país, del representante de los Estados Unidos en el Consejo de Seguridad».



Castro sostiene que algunos países ex socialistas «hoy actúan como protectorados de Estados Unidos. Sus Gobiernos, impulsados por un odio irresponsable contra Rusia, como Polonia y la República Checa, se alinean en posiciones de apoyo total a Bush y al ataque sorpresivo contra Osetia del Sur».



A Saakashvili lo llama «aventurero de extraña historia», georgiano «occidentalizado, ambicioso y oportunista», que «regresó a su país apoyado por los yanquis y pescó en el río revuelto de la desintegración de la Unión Soviética».



EFE

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