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Huelga en Bolivia paraliza cinco ciudades y causa violencia en Santa Cruz

A lo largo del día, el Gobierno de Evo Morales y los organizadores del paro se acusaron mutuamente de ser los instigadores de los episodios violentos ocurridos durante la jornada.



La huelga general convocada por los opositores al presidente Evo Morales en cinco regiones de Bolivia provocó este martes la paralización de sus capitales y generó choques violentos en la ciudad de Santa Cruz, en una jornada marcada por la tensión.



Los líderes autonomistas de las regiones de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca exigieron con este «paro cívico» la devolución de una renta petrolera que el Gobierno de Morales destinó desde principios de año a pagar una ayuda a los mayores de 60 años.



Los opositores a Morales le acusan de querer debilitar económicamente sus departamentos con el recorte de la renta procedente del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), uno de los principales puntos de conflicto entre el mandatario indígena y los prefectos (gobernadores) de estas regiones.



Las primeras horas de la huelga estuvieron marcadas por los episodios violentos ocurridos en la oriental ciudad de Santa Cruz, un bastión de los opositores a Morales, donde grupos tanto autonomistas como oficialistas agredieron a policías en unos casos y a periodistas en otros.



Durante la pasada noche, miembros de la radical Unión Juvenil Cruceñista «patrullaron» las calles de la capital cruceña armados con palos y bates de béisbol para obligar a cumplir el paro y llegaron a golpear a dos policías, cuyo vehículo quedó destruido, según mostraron diversos canales de televisión.



En el populoso barrio del Plan 3000, enclave oficialista en Santa Cruz, un grupo afín al presidente Morales golpeó a periodistas de los canales ATB y Bolivisión y destruyó el vehículo en el que realizaban su cobertura.



Precisamente, el Plan 3000 fue el «punto caliente» de la jornada de huelga, pues en ese barrio ambos bandos se agredieron con pedradas y petardos, después de que la policía intentara dispersarlos con gases lacrimógenos, según constató un fotógrafo de Efe.



En la capital de Tarija (sur), grupos de jóvenes autonomistas mantienen ocupadas desde el lunes por la noche las oficinas de la Aduana Nacional, por lo que el Ejecutivo ordenó al Ejército custodiar todas las instituciones del Estado en las cinco regiones huelguistas.



Tras la toma de la aduana, el Gobierno protegió con militares las instalaciones de la empresa de telecomunicaciones estatal Entel en esa ciudad que también pretenden ocupar los jóvenes radicales.



Tanto en Tarija como en Santa Cruz los huelguistas bloquearon varias calles para garantizar la suspensión de actividades, lo mismo que en Trinidad (capital de Beni), Cobija (Pando) y Sucre (Chuquisaca), aunque en estos lugares no hubo incidentes mayores.



A lo largo del día, el Gobierno de Morales y los organizadores del paro se acusaron mutuamente de ser los instigadores de los episodios violentos ocurridos durante la jornada.



El viceministro de Régimen Interior, Rubén Gamarra, destacó que la huelga ha sido parcial porque sólo se ha acatado en las capitales y no en las zonas rurales.



Gamarra también denunció que la huelga se ha cumplido «bajo las amenazas y violencia» de los grupos radicales autonomistas.



Desde Santa Cruz, el presidente de su Comité Cívico, Branko Marinkovic, atribuyó los hechos violentos ocurridos en la ciudad a grupos afines al MAS (Movimiento al Socialismo), el partido de Morales, o a personas «pagadas» por esta formación.



Marinkovic destacó que los cruceños han acatado con «civismo» un paro convocado para recuperar unos recursos que según dijo les pertenecen y calculó que el Gobierno de Morales ha recortado a su departamento 220 millones de bolivianos que se querían destinar a sanidad, educación, carreteras, suministro eléctrico o abastecimiento de agua, entre otros fines.



El paro de las regiones de la denominada «media luna» más Chuquisaca provocó también la suspensión de los vuelos nacionales desde la ciudad de La Paz hacia las capitales en huelga, cuyos aeropuertos no obstante permanecieron operativos.



En el caso del aeropuerto internacional de Viru-Viru (Santa Cruz), los vuelos procedentes de otros países arribaron esta madrugada con total normalidad.



En cuanto a los bloqueos de carreteras internacionales, los huelguistas finalmente no bloquearon las principales rutas como la que comunica a Bolivia con Argentina por la sureña región de Tarija.



El «paro cívico» de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca se produce nueve días después de un referendo que ratificó en sus cargos al presidente Morales y sus principales oponentes autonomistas.



Esta consulta se perfiló como una posible salida a la crisis política del país, marcada por el enfrentamiento entre el proyecto constitucional de Evo Morales y el plan autonomista emprendido unilateralmente por cuatro departamentos.



Tras el referendo se produjo un primer intento de diálogo entre Gobierno y opositores que acabó en fracaso y que llevó a los autonomistas a convocar la huelga de hoy.



EFE

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