«Representa para mí un honor asumir la Comandancia del Ejército, paraguayo, cargo que me comprometo desempeñar con lealtad, trabajo y disciplina», afirmó el general Catalino Roy Ortiz, quien reemplazó en ese mando a Juan Bautista Gómez.
Al menos unos 30 nuevos altos mandos militares asumieron este viernes en Paraguay en la amplia remodelación ordenada por el jefe de Estado, Fernando Lugo, apenas una semana después de asumir al poder.
Lugo, que asumió el pasado día 15 en reemplazo de Nicanor Duarte, designó nuevos jefes en las tres armas, Ejército, Marina y Fuerza Aérea, pero mantuvo como comandante de las Fuerzas Militares al general Bernardino Soto Estigarribia, promovido a ese cargo durante el anterior Gobierno.
«Representa para mí un honor asumir la Comandancia del Ejército, paraguayo, cargo que me comprometo desempeñar con lealtad, trabajo y disciplina», afirmó el general Catalino Roy Ortiz, quien reemplazó en ese mando a Juan Bautista Gómez.
El Ejército es la fuerza con el mayor poder de fuego de la milicia de este país y de sus filas procede el general retirado Lino Oviedo, quien en 1996 protagonizó una intentona golpista contra el entonces jefe de Estado, Juan Carlos Wasmosy (1993-1998).
El antiguo jefe del Ejército y ex candidato presidencial en los comicios generales del 20 de abril pasado lidera la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace), nacida al margen del derrotado Partido Colorado y que en esas votaciones pasó a ser tercera fuerza política del país.
Roy Ortiz prometió también todo su esfuerzo y experiencia para fortalecer el Ejército y las Fuerzas Armadas y agradeció al ex obispo Lugo y al ministro de Defensa, general retirado Luis Bareiro Spaini, por su nombramiento.
En otros actos realizados en sus respectivas unidades, asumieron el general Roberto Marecos en lugar de Humberto Gregor Pacher, en la Fuerza Aérea, y el contraalmirante Cíbar Benítez Cáceres por Vidal Villalba, en la Armada.
Asimismo, el general Víctor Picaguá reemplazó a Eligio Fariña Florentin al frente de la comandancia del Comando Logístico, que en el organigrama militar depende directamente de las Fuerzas Militares.
Lugo ordenó el pasado miércoles los relevos de 33 altos cargos y fuentes castrenses explicaron que la decisión derivará en una serie de promociones en cadena en los mandos medios de las Fuerzas Armadas, que deberán ser definidos a finales de año.
Analistas locales consideran que la decisión de Lugo se encuadra en un proceso que apunta a fortalecer la institucionalización de los cuadros militares, apuntalada con la designación de Bareiro Spaini como ministro de Defensa.
Por su parte, algunos medios informaron de que no se descarta una posible renuncia de Soto Estigarribia, máximo jefe militar desde noviembre de 2006, ya que estaría molesto porque presuntamente no fue consultado por el ex obispo antes de decidir esta remodelación.
El jefe de Estado también nombró el lunes pasado al comisario Federico Acuña Araújo como nuevo comandante de la Policía Nacional, en sustitución del comisario Fidel Isasa, y al comisario retirado César Damián Aquino como director de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), en reemplazo del coronel retirado Hugo Castor Ibarra.
La designación de Acuña motivará, igualmente, el pase a retiro de decenas de oficiales más antiguos, así como un cambio generalizado en las principales jefaturas del país, en medio de denuncias de falta seguridad ciudadana.
En ese sentido, el ministro del Interior, Rafael Filizzola, anunció este viernes que también se ha decidido la retirada de los agentes de policía como custodios de civiles, instituciones privadas o empresas comerciales, en detrimento de la vigilancia pública.
«La policía no está para la prestación de este tipo de servicios», aseveró Filizzola. La seguridad de la fuerza pública a civiles, políticos o entidades está considerada en el país como una fuente de corrupción, ya que los jefes policiales no rinden cuenta del dinero que reporta.
EFE
