El incidente se produjo cuando el presidente de la ya desactivada CVR, Salomón Lerner, dirigía un mensaje a miles de personas congregadas en un parque limeño en el que se ubica el monumento «El Ojo que llora», levantado en honor a las víctimas de la guerra interna.
Un grupo de seguidores del ex presidente peruano Alberto Fujimori irrumpió este jueves de manera violenta en la ceremonia de conmemoración del quinto aniversario del informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR) de Perú.
Unas veinte personas exaltadas aparecieron en medio de la ceremonia en honor a las víctimas de la violencia interna y lanzaron lemas e insultos contra los participantes, mientras mostraban polos impresos con el rostro de Fujimori, procesado actualmente por violaciones a los derechos humanos.
El incidente se produjo cuando el presidente de la ya desactivada CVR, Salomón Lerner, dirigía un mensaje a miles de personas congregadas en un parque limeño en el que se ubica el monumento «El Ojo que llora», levantado en honor a las víctimas de la guerra interna.
Los fujimoristas, que estaban camuflados entre los asistentes, esperaron a la trasmisión en vivo de un canal de la televisión local para despojarse de sus chaquetas y mostrar la imagen del ex gobernante y carteles en rechazo a la CVR.
«¿Cuánto cobraron?, vendidos» y «Vivan las fuerzas armadas», señalaron en algunos de sus carteles.
Los manifestantes pisotearon luego varias de las cientos de velas encendidas en memoria de los 69.000 fallecidos y desaparecidos entre 1980 y 2000.
Esto generó la intervención de la policía, que intercambió golpes con los atacantes, a los que lograron retirar con mucho esfuerzo de la zona, en medio del desconcierto de los asistentes.
El canal N de la televisión local señaló, luego de los incidentes, que la policía detuvo a varios de los manifestantes, aunque aun no se tiene una versión oficial del tema.
La manifestación generó la indignación de los familiares de las víctimas de la guerra interna que asistían al acto, mientras que un grupo de activistas intentó volver a colocar las velas, que aparecían rodeadas por papeles blancos.
La ceremonia fue organizada por la Defensoría del Pueblo y organizaciones defensoras de los derechos humanos, e incluyó una actividad artística en honor a las víctimas de la violencia.
Grupos de artistas presentaron música y piezas teatrales en las que se representaba el acoso de la violencia sobre pobladores del campo, el grupo social más afectado por el terrorismo, de acuerdo al documento entregado en 2003.
Un balance de la Defensoría destacó que existen avances en el programa de registro y reparaciones colectivas a las víctimas, pero remarcó que hay un estancamiento en el proceso de judicialización de violaciones a derechos humanos.
Ese despacho recordó que hace un año presentó un oficio a la Corte Suprema de Justicia para manifestar que los hechos ocurridos en el Penal El Frontón, donde un motín de internos terminó con la matanza de un centenar de reos en 1986, «no prescriben por constituir graves violaciones de los derechos humanos».
El criterio de la Defensoría fue adoptado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Tribunal Constitucional, pero el caso El Frontón, que sucedió durante el primer gobierno del actual mandatario, Alan García, ha regresado a la actualidad tras un fallo judicial que decretó su prescripción recientemente.
La Defensora del Pueblo, Beatriz Merino, informó que 903 comunidades han sido seleccionadas para ser beneficiadas con proyectos de desarrollo con una inversión de 90 millones de soles (31 millones de dólares) para su ejecución.
Asimismo, más de 11.000 víctimas han sido inscritas en el Registro Único de Víctimas, agregó la fuente.
En la ceremonia de hoy participaron, además de Merino y Lerner, el secretario general de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, Ronald Gamarra, y familiares de las víctimas.
El ministro peruano del Interior, Luis Alva Castro, opinó hoy que también debe rendirse homenaje a los policías que sacrificaron sus vidas en la lucha contra el terrorismo.
Alva reiteró que «el Gobierno tiene un programa (de reparaciones) en ejecución para darles beneficios no solo a las personas, sino también a las comunidades (afectadas por la violencia)».
EFE
