El caso rozó al Gobierno argentino ya que dos de los cuatro empresarios fallecidos hicieron en 2007 donaciones a la campaña que llevó a Cristina Fernández a la Presidencia del país.
Un funcionario de un municipio de las afueras de Buenos Aires fue detenido este sábado por su presunta vinculación con una banda de narcotraficantes mexicanos que fue capturada en julio último y que se relaciona con un reciente triple crimen de empresarios argentinos.
Se trata de Manuel Poggi, director de Desarrollo Industrial de la municipalidad de la localidad bonaerense de General Rodríguez, quien supuestamente rentaba a los narcos mexicanos un galpón en el que la policía encontró este viernes tanques con efedrina, informaron fuentes judiciales.
La decisión fue adoptada por el juez Federico Faggionatto Márquez, quien confirmó que el local era alquilado por el funcionario, quien había renunciado a su cargo en las últimas horas, dijo en declaraciones al canal de televisión C5N.
El galpón allanado está cerca de la lujosa residencia de las afueras de Buenos Aires en la que Policía detuvo el 18 de julio a nueve mexicanos y un argentino que preparaban drogas sintéticas con base en efedrina.
Entre otros elementos, en ese laboratorio clandestino la Policía incautó un teléfono móvil del mexicano Jesús Martínez Espinoza, quien está prófugo y al que se señala como el jefe de los narcos.
Según destaca hoy la prensa argentina, citando fuentes de la investigación, entre los contactos que aparecen en ese teléfono móvil figura el nombre de «Sebastián F», que no sería otro que el de Sebastián Forza, acribillado a balazos este mes junto a otros dos empresarios argentinos.
Los cuerpos de Forza, de 34 años, Damián Ferrón, de 37, y Leopoldo Bina, de 35, fueron hallados el 13 de agosto último en un descampado de la periferia de la ciudad.
Forza y Ferrón se dedicaban a la venta y distribución de medicamentos, mientras que Bina era publicista.
El domingo pasado, Ariel Vilán, de 34 años y titular de una droguería que tenía negocios comunes con Forza, murió al arrojarse desde el noveno piso del edificio de apartamentos de Buenos Aires en el que residen sus padres y al que había regresado porque temía por su vida, según dijo en una carta que dejó a sus familiares.
El caso rozó al Gobierno argentino ya que dos de los cuatro empresarios fallecidos hicieron en 2007 donaciones a la campaña que llevó a Cristina Fernández a la Presidencia del país.
La prensa destacó que Forza y Vilán aportaron seis cheques por un total de 360.000 pesos (unos 118.000 dólares) a la campaña presidencial, pese a que las empresas que manejaban estaban en la mira de la Justicia por vender medicamentos adulterados y por haber entregado más de 1.800 cheques sin fondo.
Los investigadores del triple homicidio apuntaron desde un principio a la pista de la efedrina y también mencionaron «llamadas cruzadas» de Forza con un colombiano que hace semanas sobrevivió a un ataque a balazos realizado por un sicario en un centro comercial de la periferia de Buenos Aires.
En este hecho murieron otros dos colombianos vinculados con el narcotráfico.
EFE
