Fuentes de inteligencia de Corea del Sur y de EEUU señalaron en las últimas horas que Kim podría estar gravemente enfermo, después de que el martes no asistiese a las celebraciones del 60 aniversario de su país y que no haya sido visto en público desde el 14 de agosto.
Un alto diplomático de Corea del Norte negó que su líder, Kim Jong-il, esté enfermo y achacó los rumores sobre la gravedad de su estado de salud a «una conspiración», según informó este miércoles la agencia japonesa Kyodo.
«El objetivo es formar una opinión pública sobre algo que no es verdad. Los medios occidentales han informado de falsedades con anterioridad», dijo Song Il-ho, embajador norcoreano para las relaciones con Japón, a Kyodo, una de las pocas agencias internacionales con oficina en Pyongyang.
Fuentes de inteligencia de Corea del Sur y de EEUU señalaron en las últimas horas que Kim podría estar gravemente enfermo, después de que el martes no asistiese a las celebraciones del 60 aniversario de su país y que no haya sido visto en público desde el 14 de agosto.
En respuesta, el diplomático norcoreano Song señaló que «esas informaciones no valen nada» y responden a «una conspiración», según Kyodo.
El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, convocó hoy una reunión urgente de sus asesores para tratar las especulaciones sobre el estado de salud de Kim, quien, según fuentes anónimas de inteligencia de EEUU, podría haber sufrido un derrame cerebral.
«Estamos casi seguros de que pasa algo con el estado de salud del líder norcoreano», según un alto funcionario de Seúl citado por la agencia surcoreana Yonhap.
Esa agencia informó de que un responsable de los servicios de inteligencia surcoreanos señaló que «es seguro que Kim Jong-il está enfermo» y que «ha sufrido un colapso de una enfermedad».
Previamente, fuentes de los servicios secretos de Estados Unidos, en condición de anonimato, dijeron a la agencia AP que Kim Jong-il parece haber sufrido un infarto cerebral en las últimas dos semanas.
Kim Jong-il no ha sido visto en público desde el 14 de agosto y su ausencia ayer del desfile ha generado especulaciones sobre su estado de salud, que se sabe precaria por problemas de corazón y por sufrir diabetes.
El llamado «amado líder» norcoreano rompió con la tradición de sus apariciones en los desfiles que se celebraron con motivo del 50 y 55 aniversario de la fundación de Corea del Norte, en 1998 y 2003, respectivamente.
EFE
