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BP pone en marcha nueva y arriesgada operación para contener derrame de petróleo en el Golfo de México

La operación en el día 43 del vertido llega después que la multinacional admitiera el fin de semana el fracaso del procedimiento conocido como «top kill», con el que buscaba taponar el pozo mediante una inyección de flujos pesados.


British Petroleum (BP) puso en marcha este martes una nueva y arriesgada operación para intentar contener el derrame en el Golfo de México que, según el Gobierno de EE.UU. y la propia empresa, podría incrementar temporalmente el flujo de crudo.

La operación en el día 43 del vertido llega después de que BP admitiera durante el fin de semana el fracaso del procedimiento conocido como «top kill», con el que la multinacional buscaba taponar el pozo mediante una inyección de flujos pesados.

El nuevo intento implicará serrar con la ayuda de robots submarinos la tubería conectada a la parte superior de sistema de prevención de explosiones (BOP), un aparatoso entramado de válvulas que no logró sellar el pozo como debería cuando se produjo el accidente en la plataforma operada por BP el 20 de abril.

A continuación, la multinacional colocará una cúpula sobre el BOP que, de funcionar según lo esperado, recolectaría el carburante y lo trasladaría a un barco en la superficie.

El comandante de la Guardia Costera de EE.UU., Thad Allen, dijo hoy que tras el fracaso del «top kill» se abandonarán los planes para taponar el pozo y se concentrarán los esfuerzos en intentar contener el derrame.

Allen informó que podrían ser necesarios tres días más antes de que BP pueda empezar a bombear carburante a la superficie, asumiendo que este nuevo intento concluya con éxito.

Advirtió, además, que el serrado de la tubería podría incrementar temporalmente el derrame de crudo «en hasta un 20 por ciento», una estimación que también baraja BP.

Carol Browner, asesora en temas energéticos de la Casa Blanca, describió esa posibilidad como «profundamente preocupante».

Tanto el comandante de la Guardia Costera como Browner recordaron además que el inicio hoy de la temporada de huracanes hace que la operación sea más arriesgada.

«Hoy comienza la temporada de huracanes y nos han dicho que va a ser activa», afirmó Browner, quien señaló que si un huracán golpea la zona, el barco que tiene que recolectar el crudo no podrá permanecer en el área.

Mientras tanto, el presidente de EE.UU., Barack Obama, aseguró que si se demuestra que se violaron leyes en el derrame del Golfo su Gobierno llevará a los culpables a los tribunales.

En una comparecencia en la Rosaleda de la Casa Blanca para abordar los trabajos de una comisión independiente que investigará el episodio, Obama declaró que los integrantes de ese panel contarán con todo su apoyo para esclarecer los hechos «nos lleve eso a donde nos lleve».

La comisión, que se reunió por primera vez en la Casa Blanca, tendrá como misión investigar las causas del derrame, para garantizar que un episodio similar no vuelva a repetirse.

Obama aseguró que si las leyes actuales no bastan para hacer frente al desastre, se cambiarán, y si el Gobierno tiene que endurecer su supervisión, también lo hará.

El fiscal general de EE.UU., Eric Holder, anunció que el gobierno lanzó una investigación judicial para determinar si los responsables del derrame violaron las leyes.

«Aplicaremos todo el peso de la ley a cualquiera que haya violado la legislación», dijo hoy Holder en declaraciones a la prensa en Nueva Orleans, a lo que añadió que el Departamento de Justicia que dirige no descansará hasta que se haya hecho justicia.

«Este desastre es una tragedia», afirmó Holder, que se reunió con los fiscales de Luisiana, Alabama y Misisipi para abordar la posible presentación de demandas.

De hecho, el fiscal general de Luisiana, Buddy Caldwell, afirmó que el estado utilizará parte de los 25 millones de dólares de ayuda recibidos de BP para presentar una demanda por el derrame.

Caldwell no indicó contra quién iría dirigida la demanda que prepara, aunque como operadora de la plataforma que se hundió el 20 de abril y desató el actual desastre British Petroleum se perfila como el objetivo más probable.

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