Publicidad

La presidenta argentina revierte revés de 2009 y marcha hacia su reelección

El nivel de adhesión logrado en estas primarias por el gobernante Frente para la Victoria, que supera el 50 %, es el mejor resultado electoral que ha logrado esa fuerza desde que el fallecido Néstor Kirchner accedió al Gobierno en 2003.


El contundente resultado obtenido por la presidenta argentina, Cristina Fernández, en las primarias de este domingo evidencia una fuerte recuperación desde el revés electoral que tuvo hace dos años y le deja en una posición de privilegio para buscar la reelección en octubre próximo.

El nivel de adhesión logrado en estas primarias por el gobernante Frente para la Victoria, que supera el 50 %, es el mejor resultado electoral que ha logrado esa fuerza desde que el fallecido Néstor Kirchner accedió al Gobierno en 2003.

Incluso supera al 45,29 %o que obtuvo Fernández en los comicios presidenciales de 2007.

«Éste es un resultado sorpresivo, incluso para el oficialismo, por la magnitud del triunfo», dijo hoy a Efe el analista político Jorge Arias, de la consultora Polilat.

Según el experto, la amplia victoria lograda por Fernández está relacionada con un «voto bolsillo» de electores que apuestan por la continuidad de la bonanza económica que atraviesa Argentina, país que este año proyecta crecer un 8,2 %.

A la hora de comentar hoy su desempeño en las primarias, comicios que habilitan a los candidatos que lograron más del 1,5 % de los votos a competir en las presidenciales de octubre, Fernández no quiso entrar en análisis y dijo que la adhesión lograda es simplemente un «reconocimiento» a su gestión, iniciada en diciembre de 2007.

El triunfo de Fernández tiene en la otra cara de la moneda un resultado magro en el arco opositor, sin ningún candidato que haya logrado un nivel de adhesión que le permita instalarse como líder de la oposición.

Con un segundo lugar disputado por el radical Ricardo Alfonsín (12,17 % de los votos) y el peronista disidente Eduardo Duhalde (12,16 %), seguidos por el socialista Hermes Binner (10,26 %), la oposición aparece fuertemente fragmentada.

«Hubo una dispersión del voto opositor. La gente, para generar una alternativa de cambio, necesita tener la creencia de que está votando por alguien que puede disputar el poder. La oposición no logró construir esta sensación en el inconsciente colectivo», apuntó Arias.

Para el experto, la recuperación del oficialismo del duro resultado obtenido en los comicios legislativos del 2009 -cuando apenas obtuvo un tercio de los votos y sintió el castigo de los sectores medios y rurales tras la disputa con el campo en 2008- se relaciona con el buen desempeño económico que ha tenido Argentina en un mundo signado por la crisis global.

En particular el sector agropecuario se vio beneficiado por buenas cosechas y altos precios en los granos.

El analista Rosendo Fraga coincide con que «una economía en crecimiento y una oposición dividida cuyas principales caras -Alfonsín y Duhalde- no lograron presentarse como una opción renovadora, dejando que Cristina con eficacia se quedara con la imagen de lo nuevo, explican la contundente victoria» de un kirchnerismo que lleva ocho años y medio en el poder.

«El contundente triunfo de Cristina Fernández deja muy pocos márgenes a la oposición con vistas a la elección presidencial del 23 de octubre», señaló Fraga, del centro de estudios Nueva Mayoría.

Para el experto, el resultado obtenido por Fernández sumado al «triple empate entre sus principales candidatos» dibujan el mejor escenario posible para el oficialismo.

«El empate entre Alfonsín y Duhalde, al que puede sumarse Binner, que ha quedado a menos de dos puntos de ellos, es el problema central de la oposición, que así queda con muy pocas posibilidades de poder polarizar el 50 % de los votantes que optaron por la oposición en sus diversas expresiones», señaló Fraga.

La Constitución argentina establece que para ganar las elecciones presidenciales en primera vuelta hace falta reunir el 45 % de los votos, nivel que ha superado este domingo Fernández, o al menos el 40 % de los sufragios con diez puntos de ventaja por sobre el segundo.

Según Fraga, las alianzas entre los dirigentes opositores no parecen fáciles, primero porque la legislación argentina la impide y en segundo lugar porque «seguramente ninguno encuentra argumentos para imponer a sus seguidores la decisión de renunciar a la candidatura».

Publicidad

Tendencias