El viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, dijo que «en Bolivia no se produce uranio», por lo que se presume que la carga «estaría en tránsito» a algún país de Europa, proveniente supuestamente de Brasil o Chile.
La policía boliviana decomisó hoy en un operativo dos toneladas de uranio almacenadas en el garaje de un edificio en el centro de La Paz, situado cerca de las embajadas de Estados Unidos, España y otras legaciones.
Los agentes de un grupo de elite detuvieron a cuatro personas, todos bolivianos, cuando trasladaban sin medidas de seguridad el uranio de un vehículo a otro en costales de yute y de nailon, informó el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez.
El funcionario dijo que «en Bolivia no se produce uranio», por lo que se presume que la carga «estaría en tránsito» a algún país de Europa, proveniente supuestamente de Brasil o Chile.
Agregó que llama la atención el hallazgo de «semejante cantidad» de uranio en el garaje del edificio Illimani, situado en la céntrica avenida Arce, por los peligros de radiación que conlleva su manipulación.
Las autoridades, los agentes y varios periodistas estuvieron durante varios minutos a las puertas del garaje donde se hacía el operativo policial, hasta que expertos les recomendaron alejarse 50 metros de ese lugar por razones de seguridad.
El comandante del grupo que hizo el operativo, el coronel Eddy Torrez, precisó que la intervención fue el resultado de una investigación que duró mes y medio porque tenían información de que hoy podría hacerse una transacción de venta de uranio.
Uno de los detenidos es un ingeniero de apellido Espinoza, quien, según Pérez, alegó que solo era depositario del uranio que le habían dejado tiempo atrás pero no dio detalles de quién es el propietario de la carga.
