El extesorero del PP fue acusado de presuntamente tener cuentas secretas en Suiza y de pagar sobresueldos a miembros de la formación. BBC Mundo le da las claves de este caso que causa indignación entre los españoles.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, anunció que encargó una auditoría externa para investigar las cuentas de su formación política, el Partido Popular (PP), tras el escándalo desatado por las informaciones sobre las supuestas cuentas que el extesorero del partido, Luis Bárcenas, tenía en Suiza.
Además, a Bárcenas -quien está imputado en un caso sobre corrupción, tráfico de influencias y blanqueo de capitales ligado presuntamente a cargos del PP, conocido como el caso Gürtel- también se le acusa de supuestamente haber pagado sobresueldos a algunos miembros de la formación política que no habrían sido declarados.
Estas informaciones, sumadas a otros presuntos casos de corrupción que han salido a la luz en los últimos meses, han desatado una oleada de indignación entre amplios sectores de la población española, que en medio de la profunda crisis económica por la que atraviesa la nación europea, ven cómo se quiebra la confianza en las instituciones públicas del país.
BBC Mundo le da las claves del escándalo que golpea al Partido Popular español.
Luis Bárcenas fue gerente del PP durante más de 20 años y le tocó llevar las cuentas del partido, no solo en ese puesto, sino como tesorero. Fue senador por el PP durante dos periodos.
Informaciones publicadas en medios españoles aseguran los jueces tienen pruebas de que Bárcenas supuestamente tenía una cuenta en un banco de Ginebra, de la que es «el verdadero beneficiario económico», con saldos promedios de 15 millones de euros (casi US$20 millones), con un tope de 22 millones de euros en 2007.
El caso Bárcenas ha desatado nuevas protestas en España.
La justicia implicó públicamente a Bárcenas en el caso Gürtel a principios de 2009, como presunto puente entre el jefe de la red y altos cargos del PP, que supuestamente recibían comisiones para beneficiar a contratistas.
Bárcenas había negado desde entonces tener dinero en Suiza.
Horas después de que se conocieran estas últimas revelaciones, el abogado de Bárcenas dijo que su cliente regularizó 10 millones de euros (US$13,3 millones), siguiendo un decreto gubernamental de amnistía fiscal que permitió, durante ocho meses en 2012, que los evasores de impuestos legalizaran bienes no declarados.
La Agencia Tributaria española lo negó en un comunicado.
En las declaraciones patrimoniales y tributarias de Bárcenas no está justificada esa cantidad de dinero.
Los altos directivos del PP, incluido el actual presidente del gobierno, Mariano Rajoy, habían defendido a Bárcenas de las acusaciones de su vinculación con la red Gürtel y el Partido pagó su defensa en el juicio.
En 2010 él mismo renunció como senador y tesorero del PP, pero el partido mantuvo su despacho, según los medios locales. Hasta hace pocos días, incluso, todavía figuraba en la página web como miembro activo en los cargos de los que había dimitido.
El diario El Mundo publicó el 18 de enero que Bárcenas aparentemente pagó durante 20 años «sobresueldos» en efectivo a altos directivos del PP y también sobres con metálico a empleados rasos, un dinero no declarado al fisco.
«El dinero procedía de comisiones cobradas a constructoras y compañías de seguridad y de donaciones anónimas», aseguró el diario español.
«(…)El tesorero anotaba los pagos. Bárcenas conserva esa contabilidad ‘B’ y amenaza con hacerla pública si el gobierno no le ayuda a eludir la cárcel por sus millones en Suiza», publicó El Mundo el domingo.
Un exdiputado del PP, Jorge Trías, aseguró este lunes en un artículo publicado en El País que en el partido se pagaban sobresueldos de hasta 10.000 euros al mes (US$13.300).
El domingo medios españoles publicaron que Luis Bárcenas, su esposa y otro extesorero del PP, Ángel Sanchís, son propietarios de 30.000 hectáreas de una finca de frutos cítricos en Salta, Argentina, que exporta el producto a la Unión Europea.
Sanchís, sin embargo, negó a la agencia Efe que el extesorero y su esposa sean copropietarios de esta empresa llamada La Moraleja.
El Instituto de Crédito Oficial español, según estas informaciones, habría dado un crédito de 18 millones de euros (casi US$24 millones) a esta finca en 1997, durante el gobierno de José María Aznar, también del PP.
La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha señalado que en el gobierno están «sorprendidos e indignados».
Los altos dirigentes del PP han insistido en la versión de que Bárcenas ya no está en el partido.
María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, negó que el extesorero mantuviera su despacho en la sede de la organización y también que se pagaran sobresueldos en negro. «Si existen recibos firmados, que los enseñen y demuestren que son verdaderos», declaró a la cadena radial Ser.
La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría dijo el viernes, tras el Consejo de Ministros, que en el Gobierno están «sorprendidos e indignados». «Ni vi, ni se me ofreció, ni se me dio ningún sobre con dinero y por supuesto no lo hubiera aceptado», aseguró quien fuera secretaria ejecutiva de política autonómica del PP.
El presidente del gobierno, también presidente de PP, habló del tema el 19 de enero, en una reunión de miembros de la organización en Almería. Pero lo hizo de soslayo. Afirmó que «no le temblará la mano» para castigar «conductas impropias» de sus militantes.
El lunes, durante el Comité Ejecutivo Nacional del partido, Rajoy ordenó auditar todas las contabilidades del PP desde su fundación, en 1989, en lo que se muestra como una alusión a la investigación de los supuestos pagos en negro.
El ministro de Hacienda comparecerá próximamente en el Congreso para informar sobre las cuentas de Luis Bárcenas.
En este momento de altísima desafección de los ciudadanos españoles hacia los políticos, acentuada por la crisis económica y social, el tema Bárcenas es delicado para el gobierno porque afecta el núcleo de su partido.
Manuel Millian Mestre, fundador del PP y diputado por ese partido hasta el año 2000, además de expresar sorpresa por las revelaciones, le dice a BBC Mundo que «si esto se confirma (el pago de sobresueldos) es una información demasiado grave como para que no tenga consecuencias».
Aunque afirma que el asunto es responsabilidad directa del PP, también opina que perjudica al gobierno. «Le afecta muy seriamente en su prestigio. Sería una bomba en su línea de flotación. ¿Con qué autoridad moral se pueden dirigir al pueblo español en un momento de tanta crisis y de tanto sacrificio? El gobierno debe clarificar la situación».
«Rajoy tiene una oportunidad para recuperar un poderoso discurso ético. No debe desaprovecharla», agrega el consultor político Antonio Gutiérrez-Rubí en su blog Micropolítica.
«Si Rajoy no toma la iniciativa con una ofensiva de transparencia extrema y claridad máxima, este tema puede hundirlo. Y, con él, buena parte de nuestra deteriorada democracia».
