El ataque se produjo el mismo día en que EEUU anunció que los talibanes abrirán una oficina en Doha e iniciarán negociaciones directas de paz con el Gobierno de Afganistán, en las cuales Washington «tendrá un papel», según confirmó la Casa Blanca.
Los talibanes reivindicaron este miércoles el ataque que anoche mató a cuatro soldados norteamericanos cerca de Kabul poco después de anunciarse el inicio de un diálogo entre los insurgentes y el Gobierno afgano, en un proceso en que EEUU «tendrá un papel».
«Los muyahidines (combatientes islámicos) lanzaron anoche dos cohetes contra la base de Bagram (a 60 kilómetros al norte de la capital afgana), y mataron a cuatro soldados de EEUU e hirieron a seis», precisó en un comunicado el principal portavoz taliban, Zabiualah Muyahid.
El ataque se produjo el mismo día en que EEUU anunció que los talibanes abrirán una oficina en Doha e iniciarán negociaciones directas de paz con el Gobierno de Afganistán, en las cuales Washington «tendrá un papel», según confirmó la Casa Blanca.
El anuncio coincidió con el comienzo de la quinta y última fase del traspaso de la seguridad a las fuerzas locales en todo Afganistán, en un acto en que participaron el presidente afgano, Hamid Karzai, y el secretario general de la OTAN, Anders Rasmussen.
Durante esta etapa, que se espera concluya a finales de 2014, la Policía y el Ejército afganos relevarán de manera gradual a las tropas de la OTAN en los 95 distritos -sobre todo en el sur y este del país- que aún están bajo control de las fuerzas internacionales.
El proceso se desarrolla en paralelo a unos periodos más sangrientos desde la invasión de EEUU y la caída de los talibanes en 2001 en el país asiático.
