El hangar del aeropuerto de la pequeña isla de Lampedusa se ha quedado pequeño para acoger a las víctimas mortales, por lo que los cadáveres que poco a poco llegan al muelle de Favarolo están siendo conservados en camiones frigoríficos.
Los buzos continuarán este martes la búsqueda de los cuerpos de más de cien inmigrantes que están aún desaparecidos tras el naufragio del pesquero en el que viajaban el pasado jueves ante la isla italiana de Lampedusa.
Las buenas condiciones del mar permitirán hoy a los equipos de búsqueda volver a sumergirse para continuar con la recuperación de los cadáveres que se encuentran entre los restos de la embarcación, sumergida a unos 50 metros de profundidad.
Hasta ahora el balance del naufragio es de 232 muertos, después de que ayer se recuperasen 38 cuerpos.
Según los 155 sobrevivientes, en el pesquero viajaban unas 500 personas, por lo que aún están desaparecidos otro centenar de inmigrantes.
Los buzos han relatado la labor «desgarradora» que están realizando ya que tienen que sacar uno a uno los cuerpos de los inmigrantes que están «hacinados en la bodega del pesquero».
Además, según explicaron «muchos otros están aún en torno al barco y quién sabe a cuántos más será posible encontrar cuando se amplíe el perímetro de la zona de rastreo».
El hangar del aeropuerto de la pequeña isla de Lampedusa, de 20 kilómetros cuadrados, se ha quedado pequeño para acoger a las víctimas mortales, por lo que los cadáveres que poco a poco llegan al muelle de Favarolo están siendo conservados en camiones frigoríficos.
Lampedusa se prepara para la visita mañana, miércoles, del presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, quien hoy declaró que viajará a la pequeña isla del Mediterráneo para ver con sus propios ojos lo sucedido y evaluar qué acciones pueden ser llevadas a cabo de forma conjunta.
La alcaldesa de la isla siciliana afirmó que espera que la visita del presidente de la CE traiga soluciones a la emergencia y no sea sólo una formalidad para expresar su pésame ya que para eso «bastaba un telegrama».
