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Ucrania renuncia a su estatus de no alineado con los ojos puestos en la OTAN

Ucrania renuncia a su estatus de no alineado con los ojos puestos en la OTAN

La decisión, como era previsible, fue recibida negativamente por Rusia, que considera como una amenaza a su seguridad nacional la sola posibilidad de que la OTAN pueda acercar sus estructuras militares a las fronteras rusas.


Ucrania renunció este martes a su estatus de país no alineado con el propósito declarado de ingresar en la OTAN, bloque militar en el que las autoridades de Kiev ven su único paraguas de seguridad ante «la agresión de Rusia».

La Rada Suprema, el Parlamento ucraniano, aprobó con los votos de 303 diputados, 76 más de los necesarios, las enmiendas legales que permiten al país poner rumbo a hacia la OTAN, organización que ya en 2008 dejó abierta la puerta a Ucrania para su adhesión.

Las modificaciones fueron propuestas por el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, e incluyen directamente una norma sobre la cooperación con la OTAN «para cumplir con los criterios necesarios para ser miembro de esta organización».

Además, en la ley sobre los principios de la seguridad nacional de Ucrania se incorpora un precepto según el cual entre los intereses nacionales prioritarios figura la integración de Ucrania en el espacio político, económico y jurídico europeo con el fin de ser miembro de la Unión Europea y de la OTAN.

En el documento con el que acompañó sus iniciativas, Poroshenko argumentó que la «agresión de Rusia a Ucrania», la «anexión ilegal» de Crimea y «la intervención militar en las regiones orientales» obligan a buscar garantías más eficaces de independencia, soberanía, seguridad e integridad territorial de Ucrania».

Poroshenko tachó de «gran error» la decisión del derrocado presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, de introducir en 2010 en la Constitución el no alineamiento de su país en bloques militares, sean occidentales u orientales.

Desde su victoria en las elecciones presidenciales de mayo pasado, el líder ucraniano ha reiterado que un eventual ingreso del país en la Alianza Atlántica se decidirá única y exclusivamente a través de un referéndum.

«Esta ley nos abre nuevos mecanismos y formas para desarrollar nuestra predecible política exterior», dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Pavló Klimkin, al presentar a los diputados el proyecto de enmiendas.

Según el canciller, la renuncia a estatus de país no alineado permitirá a Ucrania utilizar «todas las posibilidades que se necesiten» para defender la independencia, la soberanía y la inviolabilidad de la fronteras del Estado.

«Es una opción en favor de la libertad», escribió Klimkin en Twitter nada más conocerse el resultado de la votación en la Rada.

La decisión ucraniana, como era previsible, fue recibida negativamente por Rusia, que considera como una amenaza a su seguridad nacional la sola posibilidad de que la OTAN pueda acercar sus estructuras militares a las fronteras rusas.

Ya esta mañana, antes de la votación en la Rada, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, advertía en Facebook de que la renuncia al estatus de país no alineado «es, de hecho, una solicitud de ingreso en la OTAN, que convierte a Ucrania en un enemigo potencial de Rusia».

El jefe del Gobierno ruso adelantó que se trata de una decisión que tendrá «consecuencias negativas» y a la que Rusia «tendrá que responder».

«Es contraproducente, sólo agrava la confrontación y crea la ilusión de que mediante las aprobación de estas leyes se puede superar la profunda crisis interna que vive Ucrania», dijo en Moscú el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, citado por la agencia Interfax, al comentar la decisión de la Rada.

En opinión de Lavrov, sería mucho más productivo que las autoridades ucranianas «comenzaran a dialogar con aquella parte de su propio pueblo a la que hicieron caso omiso cuando perpetraron el golpe de Estado», en alusión la población rusohablante de las sublevadas regiones orientales ucranianas de Donetsk y Lugansk.

«Sin duda, es un paso negativo», comentó el negociador de los separatistas prorrusos de Donetsk, Denis Pushilin, quien mañana participará en la reunión en Minsk del Grupo de Contacto para el arreglo del conflicto en el este de Ucrania, que se ha cobrado cerca de 5.000 muertos, entre combatientes y civiles.

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