La cita se desarrolló en un contexto de crisis política en el país sudamericano, donde políticos opositores están en prisión por supuestas acciones violentas durante las protestas antigubernamentales del 2014. Se trata de Leopoldo López y Daniel Ceballos, quienes se encuentran en huelga de hambre desde el 23 de mayo para protestar contra su detención.
La “Declaración de Bruselas” aprobada este jueves por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE) hace finalmente una referencia edulcorada a la situación política en Venezuela, que causó una inesperada división entre ambas regiones.
Desde el discurso inaugural de la cumbre, Rafael Correa, el presidente de Ecuador, que también preside la CELAC, dio el tono. En nombre de los aliados del chavismo, atacó a Estados Unidos por las sanciones impuestas a Caracas y buscó el apoyo de algunos países europeos. “Rechazamos y demandamos la abrogación de la orden ejecutiva emitida por el presidente Barack Obama que impone sanciones unilaterales a Venezuela por supuestamente construir una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU”, exigió Correa. “Esta orden viola flagrantemente el Derecho internacional”, agregó.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, gran ausente de la cumbre, no perdió la oportunidad de alabar el discurso de Correa que calificó de “histórico” en su cuenta Twitter. “Histórico discurso del Presidente Correa en cumbre CELAC-UE, nuestra América brilla en la voz digna de Rafael. Gracias hermano”, escribió.
Sin embargo, la UE se mostró más preocupada por la situación de los derechos humanos en Venezuela y el giro autoritario del régimen de Maduro.
La cumbre se desarrolló en un contexto de crisis política en el país sudamericano, donde políticos opositores están en prisión por supuestas acciones violentas durante las protestas antigubernamentales del 2014. Se trata de Leopoldo López y Daniel Ceballos, quienes se encuentran en huelga de hambre desde el 23 de mayo para protestar contra su detención.
El ex presidente del gobierno español, Felipe González, viajó a Caracas para visitar a los presos políticos y participar en su defensa, pero no recibió la autorización del gobierno de Maduro, lo cual desencadenó una fuerte polémica.
Para evitar la confrontación en Bruselas, se descartó hablar del tema durante los dos días de cumbre hasta el último minuto, de manera que la declaración acordada por los 28 y la CELAC hace una mención tímida a la crisis en Venezuela. El texto rechaza “las medidas coercitivas de carácter unilateral con efecto extraterritorial, que son contrarias al Derecho internacional”. Así, no se menciona directamente a EE.UU ni a los presos políticos.
Al margen de la cumbre, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, se refirió a la incapacidad de los dirigentes de los 61 países de generar una declaración que exija a Venezuela el respeto de los derechos humanos. “Las conclusiones en cumbres como la de hoy son difíciles de acordar y siempre hay que buscar soluciones de compromiso”, dijo Rajoy en declaraciones consignadas por la agencia EFE.
Sin embargo, CELAC y la UE reafirmaron “su compromiso a la solución pacífica de las disputas”.
