ISIS se ha convertido últimamente en una amenaza para la seguridad nacional de Turquía. El lunes, un ataque-suicida atribuida a un simpatizante de Estado Islámico por las autoridades turcas dejó 32 muertos en un centro cultural kurdo de Suruç, cerca de la frontera. Se trataría del primer atentado terrorista de EI en el territorio turco.
Tres cazas F-16 de las fuerzas aéreas turcas bombardearon este viernes posiciones de Estado Islámico (EI) en el norte de Siria, lo que representa la primera intervención militar de Turquía contra la organización yihadista.
Los aviones turcos lanzaron bombas contra tres objetivos del EI – dos cuarteles centrales y un punto de reunión-, especifica un comunicado publicado hoy en la web por la oficina del primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.
La operación se produjo después de que cinco militantes de EI tirotearan un puesto fronterizo turco en la provincia de Kilis, donde murió un oficial y dos sargentos resultaron heridos. Los militares turcos devolvieron el fuego y mataron a un miembro de EI y bombardearon con morteros a posiciones de la milicia cerca de la ciudad de Azaz.
La decisión de enviar cazas fue tomada en una reunión de seguridad especial este jueves en la que se analizaba el incidente entorno al primer ministro turco.
En paralela, la policía turca lanzó una operación antiterrorista de gran envergadura contra supuestos militantes tanto de EI como de la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Cinco mil policías y numerosos helicópteros se han desplegado en 13 provincias del país y ya han detenido a 251 personas.
Es que ISIS se ha convertido últimamente en una amenaza para la seguridad nacional de Turquía. El lunes, un ataque-suicida atribuida a un simpatizante de Estado Islámico por las autoridades turcas dejó 32 muertos en un centro cultural kurdo de Suruç, cerca de la frontera. Se trataría del primer atentado terrorista de EI en el territorio turco.
Presionada por Estados Unidos desde hace varios meses, Turquía finalmente autorizó al ejército norteamericano a usar varias de sus bases aéreas, entre ellas la de Incirlik cerca de la frontera siria, para operaciones contra ISIS.
Oficializado tras una conversación telefónica entre Barack Obama y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, el acuerdo busca reforzar la cooperación con Washington respecto a la lucha antiyihadista y la participación de Ankara en los bombardeos en Siria.
Los ataques aéreos de este viernes y la apertura de sus bases a aviones estadounidenses representan un hito en la política de Ankara frente a ISIS. Miembro del OTAN, Turquía había hasta entonces limitado al mínimo su intervención en la coalición internacional liderada por EE.UU. contra el grupo yihadista, lo que había provocado la ira de su aliado americano. Ankara también fue acusada de haber dejado durante mucho tiempo a los simpatizantes de EI que transitaran en su territorio y de haberlos armado a principios del 2014.
