Tuvo lugar hace cuatro años, pero sus consecuencias todavía son palpables.
El desastre de la planta nuclear de Fukushima fue provocado por el terremoto y posterior tsunami registrado en Japón en marzo de 2011, que arrasó el noreoeste del país.
Más de 16.000 personas murieron y miles se quedaron sin hogar.
El fotógrafo y videógrafo polaco Arkadiusz Podniesinski captó reveladoras imágenes en la zona de exclusión declarada tras el desastre nuclear.
«El tiempo se detuvo aquí como si el accidente hubiera ocurrido ayer», cuenta Podniesinski.
Estos son los sorprendentes resultados de su trabajo.
Masami Yoshizawa regresó a su granja tras el terremoto. En la imagen, su ganado se pasea por un valle cuyas grietas recuerdan el paso del tsunami.
Las cajas de los supermercados y los productos están tirados por el suelo; una imagen viva de las consecuencias de la tragedia.
El gimnasio de una escuela destrozado. «Mi objetivo era dar a conocer el estado actual de la zona de exclusión», dijo el fotógrafo.
La mesa de un restaurante, con la vajilla puesta, tal y como quedó en aquel momento. «Futaba, Namie y Tomioka son ciudades fantasma. El vacío es terrorífico y muestra cómo la tragedia afectó a cientos de miles de personas», cuenta Podniesinki.
«Cuando llegué a la zona de exclusión, me di cuenta de la gran escala de los trabajos de descontaminación», dice el artista polaco. En la imagen, cientos de sacos con tierra contaminada.
La radiación de la planta nuclear provocó evacuaciones masivas. Muchos temían la posible contaminación del agua y de los alimentos por la radiactividad.
Un salón de juegos, que en su día estaba lleno de gente, permanece vacío.
Carritos motorizados (go-karts) alineados y listos para la carrera, aunque sin pilotos.
Este aula de una escuela todavía conserva una marca en la pizarra que muestra el nivel hasta donde llegó el agua del tsunami.