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Militar español: «Los servicios secretos de Turquía crearon el Estado Islámico»

Militar español: «Los servicios secretos de Turquía crearon el Estado Islámico»

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«En un primer momento, suministraron armas, apoyo y financiación al EI. Si no tuviera apoyo externo, no existiría. Esta es la auténtica realidad», sostuvo Pedro Baños.


Pedro Baños, coronel de Infantería del Ejército de España y analista en Geopolítica, Estrategia, Defensa, Seguridad, Terrorismo, Inteligencia y Relaciones Internacionales, asegura que «los servicios secretos de Turquía crearon el Estado Islámico».

En entrevista con el diario «Tribuna» del País Vasco, el colaborador en la sede del Parlamento Europeo de Bruselas como asesor militar, explica que para entender el EI es importante saber en qué contesto surge.

«Hay que indagar con detenimiento en el pasado inmediato de Irak y Siria para entender los orígenes del Estado Islámico y, para ello, tendríamos que empezar por comprender lo que sucede con la invasión de Irak por parte de Estados Unidos en el año 2003. Ese año, cuando Estados Unidos entra en Irak, se pone en marcha un proceso que descompone por completo la estructura burocrática del partido Baaz de Sadam Hussein, dominada hasta entonces por los sunitas. Debemos tener en cuenta que Irak como país surgió en 1932 como un estado artificial creado por los británicos que unieron a tres etnias que históricamente habían estado enfrentadas entre sí: los chiitas en el sur, los kurdos en el norte y los sunitas en el centro, en Bagdad, y en la parte occidental del territorio», sostiene.

«Los sunitas dominaban Irak alrededor de Sadam Hussein cuando el ejército norteamericano llegó en 2003 y les expulsó de todas las instituciones del país. Los suníes son obligados a abandonar las estructuras civiles, las fuerzas militares, los servicios de inteligencia y los órganos policiales con lo que miles de personas se marchan a la calle, sin control, con muchísima información, con dinero y con todas las armas que tenían en su vida profesional», agrega.

«En ese momento se alumbra una situación que, por un lado, presenta a todas las fuerzas de Irak empeñadas en expulsar a los americanos del país, ya que consideran que éstos son una fuerza invasora. Y, por otra parte, estalla una guerra civil sectaria y brutal -que alcanza su mayor nivel de expansión entre los años 2006 y 2007- entre los sunitas que habían sido expulsados del poder iraquí y los chiitas que, junto con los kurdos, en menor medida, se hacen con el control de las instituciones de Irak tras la entrada de los norteamericanos en Bagdad. Estados Unidos diseña el Gobierno de Nuri al-Maliki que, además, a modo de venganza, comienza a cometer muchísimas tropelías contra los suníes que habían estado en el poder en los tiempos de Sadam Hussein. Bajo el mandato de Al-Maliki, a los sunitas se les encarcela sin juicio previo, se les margina de la vida política y social, y no se respeta ninguno de sus derechos más elementales», detalla.

¿Qué ocurría en Siria? El analista asegura que «mientras todo esto ocurría en Irak, en Siria estaba vigente el gobierno autoritario de Bashar al-Asad, que éste, a su vez, había heredado de su padre. Siria era, en esos momentos, un país laico y tremendamente tolerante desde el punto de vista religioso que vivía en un escenario de estabilidad y en el que convivían múltiples y diferentes creencias (yazidíes, drusos, cristianos o kurdos, entre otras) que estaban prohibidas en otros países de Oriente Medio o del Golfo. Dicho esto, hay que tener en cuenta que desde un punto de vista interno, una parte de la sociedad siria consideraba que el socialismo que preconizaba Bashar al-Asad no era lo suficientemente expansivo para las clases más desfavorecidas. Este descontento había propiciado, todavía de una forma muy latente, cierta convulsión social, que se vio incrementada porque coincidió en el tiempo con un periodo de grave sequía».

Ante la pregunta: ¿Quién está detrás del Estado Islámico?, el militar español responde: «Fundamentalmente, los servicios de inteligencia turcos y los países del Golfo, encabezados por Arabia Saudí que, por cierto, es un país que, de forma oficial, comete actos tan execrables y horrendos como los que comete el Estado Islámico. En 2014, Arabia Saudí ejecutó, por decapitación, a casi un centenar de personas. En algunos casos por ser “responsables” de “crímenes” tan abominables como ser homosexual o cometer adulterio».

«En este punto, y para darnos cuenta de esta influencia de Turquía y de las monarquías del Golfo, es importante tener en cuenta dónde surge, geográficamente, el Estado Islámico. Si nos fijamos bien, el EI empieza sus acciones en el norte de Alepo (segunda ciudad siria) porque es una zona muy próxima a Turquía en la que el servicio secreto de este país, el Milli Istihbarat Teskilati (MIT), actúa con comodidad. Fueron los servicios secretos turcos los que, en un primer momento, suministraron armas, apoyo y financiación al Estado Islámico. Uno cosa debemos tener clara: si el EI, incluso con la fuerza que tiene en estos momentos, no tuviera apoyo externo, no existiría. Esta es la auténtica realidad», indica.

«La estrategia militar del Estado Islámico es magnífica, está perfectamente diseñada y planificada. Quien está dirigiendo la batuta de esta gente es alguien muy experto en temas militares y estratégicos. Esto es importante tenerlo en cuenta porque, en ocasiones, la imagen que llega a la opinión pública es que el Estado Islámico solamente está formado por un puñado de salvajes que se dedican a quemar y decapitar a muchísimas personas. Pero esto no es solamente así, en absoluto. Estamos hablando de la civilización más antigua del mundo. Esta gente nos lleva una ventaja de siglos de astucia, especialmente a los europeos, que nos creemos el centro del mundo y no lo somos en absoluto», aclara.

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