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«Solo quiero irme a casa con mi familia»: la adolescente alemana que se escapó a Irak atraída por Estado Islámico y encontraron en un túnel de Mosul

«Solo quiero irme a casa con mi familia»: la adolescente alemana que se escapó a Irak atraída por Estado Islámico y encontraron en un túnel de Mosul

Su nombre es Linda W., es alemana y vivió desde los 15 entre soldados del autodenominado Estado Islámico en Irak. Fue una de las 20 mujeres encontradas con el grupo extremista tras la liberación de Mosul.


Su viaje de quinceañera la llevó a verle la cara al amor y a la muerte.

Un día de julio, hace un año, Linda W. salió de su casa para «pasar el fin de semana con un amigo» y no regresó.
Su desaparición de Pulsnitz, un pueblo de 8.000 habitantes en la región sajona de Alemania, dio paso a todo tipo de conjeturas.

Pulsnitz es un pueblo de 8.000 habitantes cercano a Dresde, en el estado de Sajonia.

Hasta hace unas semanas, cuando la encontraron en un túnel en Mosul, Irak, despeinada, con la cara sucia, entre chalecos explosivos y armas.

Los soldados del Ejército iraquí no daban crédito: eran cinco mujeres, casi todas extranjeras, pero destacaba esa casi niña, de ojos asustadizos, que no entendía el árabe.

En una entrevista posterior, lloró. Pidió que la llevaran de vuelta a casa. Dijo estar cansada de las guerras, del ruido y de las armas.

Pero Linda había llegado allí por propia voluntad.

O al menos, por propia voluntad había decidido escapar de su casa el año pasado atraída por el autodenominado Estado Islámico (EI) en Irak.

Wenzel vivía con su familia en una casa de tres pisos en Pulsnitz

De religiosa a esposa

Según la revista alemana Der Spiegel, que realizó un recuento de la insólita trayectoria de la adolescente a partir de los datos suministrados por la fiscalía de Dresde, todo comenzó con una repentina conversión al islam.

Un cierto día, Linda les contó a su madre y a su padrastro, con quienes vivía en una casa típica de tres pisos, que se había comenzado a interesar por el Corán y las enseñanzas de Mahoma.

La muchacha, criada en el protestantismo, cambió de pronto sus hábitos de comer y de vestir y se volvió cada vez más introvertida.

La joven fue encontrada tras la toma de Mosul por el ejército iraquí.

Pero esto fue solo el inicio: comenzó a pasar más tiempo del habitual conectada a internet.

Fue así como empezó a interesarse por EI y sobre todo, como comenzó a hablar con un soldado del grupo yihadista de origen checheno, según un reporte oficial citado por Der Spiegel.

De acuerdo con el diario Sueddeustsche Zeitung, que también cita datos de la fiscalía de Dresde, fue él quien la captó.

Miles de personas huyeron de Mosul tras la toma de la ciudad por Estado Islámico.

La joven tomó un avión hasta Estambul. Allí la inteligencia alemana le perdió el rastro, hasta el viernes pasado.

Reaparición

La imagen se volvió viral en internet.

Los soldados iraquíes se hicieron unas fotos y videos con la joven de mirada perdida y pañuelo de colores en el cuello y revelaron con ella una realidad que, aunque conocida, no deja de ser sorprendente: las centenares de mujeres de todas partes del mundo que se han unido a EI.

Pero en este caso, un detalle hacía la foto peculiar: la mujer que aparecía en ella tenía solo 16 años.

El fin de semana, la alcaldía de Dresde confirmó la identidad: se trata de Linda W. (en Alemania por ley no se debe develar el nombre completo de un menor de edad), la quinceañera que había desaparecido de su casa un fin de semana de julio del año pasado.

Se desconoce si las autoridades de Irak permitirán la extradición.

Estaba herida en una pierna, según contó a las televisoras NDR y WDR, por el ataque desde un helicóptero durante la toma de Mosul.

«Solo quiero irme a casa con mi familia (…) Solo quiero irme lejos de aquí. Quiero estar lejos de esta guerra, lejos de tantas armas y del ruido», dijo durante la entrevista.

Pero el destino de Wenzel es incierto.

Según Der Spiegel, se encuentra detenida en una cárcel de máxima seguridad en Bagdad. Ha recibido visitas consulares de su país, pero aún no queda claro si será posible su extradición.

En Irak, unirse a EI o ser pareja de sus combatientes, se paga con la horca.

En Alemania, podría ser juzgada por delitos vinculados al terrorismo.

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