MUNDO
Si bien una investigación reciente sugiere que ómicron produce una enfermedad más leve y una tasa más baja de hospitalizaciones que las variantes anteriores de COVID-19, los funcionarios de salud han mantenido una nota cautelosa sobre las perspectivas.
Las aerolíneas estadounidenses suspendieron cientos de vuelos por tercer día consecutivo el domingo debido a que las crecientes infecciones de COVID-19 por la variante ómicron dejaron en tierra a tripulaciones y obl igaron a decenas de miles de viajeros a cambiar sus planes del fin de semana navideño.
Las aerolíneas comerciales cancelaron 656 vuelos dentro, hacia o fuera de Estados Unidos el domingo, ligeramente por debajo de los casi 1.000 del día de Navidad y casi 700 el 24 de diciembre, según un recuento en el sitio web de seguimiento de vuelos FlightAware.com.
Era probable que se produjeran más cancelaciones y se retrasaran más de 920 vuelos.
Las vacaciones de Navidad suelen ser un momento clave para los viajes aéreos, pero la rápida propagación de la variante ómicron ha provocado un fuerte aumento de las infecciones por COVID-19, lo que ha obligado a las aerolíneas a cancelar vuelos con pilotos y tripulación que deben estar en cuarentena.
Delta Air Lines Inc esperaba que más de 300 de sus vuelos fueran cancelados el domingo.
A nivel mundial, los datos de FlightAware mostraron que casi 2.150 vuelos fueron cancelados el domingo y otros 5.798 se retrasaron, según información relevada a las 9.40 am EST (1440 GMT).
Ómicron se detectó por primera vez en noviembre y ahora representa casi las tres cuartas partes de los casos en Estados Unidos y hasta el 90% en algunas áreas, como la costa este. El número promedio de nuevos casos de coronavirus en Estados Unidos aumentó un 45% a 179.000 por día durante la semana pasada, según un recuento de Reuters.
