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Se abre el proceso de negociaciones: Ucrania mira con recelo el encuentro mientras que Rusia planea redoblar su ofensiva en Kiev MUNDO Crédito: BelarusMFA

Se abre el proceso de negociaciones: Ucrania mira con recelo el encuentro mientras que Rusia planea redoblar su ofensiva en Kiev

Luego de cinco días de intensos bombardeos y tiroteos en Ucrania, que han resultado en la muerte de más de 100 personas y otras 1.700 heridas de ambas nacionalidades, finalmente las naciones se han sentado a negociar, hecho que estaría marcado por ser el primer encuentro entre autoridades ucranianas y rusas. Para la negociación, que llega mientras el jefe del Kremlin eleva los riesgos y amenazas, ambos bandos se encuentran en una zona sin identificar en Bielorrusia, a pesar de las negativas presentadas por el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, sobre el punto de encuentro. El jefe de la delegación de negociación rusa, Vladimir Medinsky, aseguró que Moscú busca un acuerdo que beneficie a ambas partes. “Cada hora que el conflicto se prolonga, ciudadanos y soldados ucranianos mueren”, aseveró. Por su parte, el ministro de Defensa ucraniano, Oleksiy Reznikov, exigió un “alto al fuego inmediato” y la retirada de las tropas rusas de su territorio. Las expectativas sobre el fruto de las negociaciones en cuanto a alcanzar algún punto de resolución del conflicto, sin embargo, son bajas. En la misma línea, el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, adelantó que “las negociaciones deben hacerse en silencio”.


El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó poner en “alerta” sus fuerzas nucleares y tiene preparado el envío de un convoy con centenares de vehículos militares para ganar la “pulseada” de Kiev, capital de Ucrania, que se ha resistido al asedio de las tropas rusas.

Ante esto, las delegaciones de Ucrania y Rusia han decidido sentarse a negociar. Hecho que marca el primer acercamiento de los países para retomar la vía diplomática, mientras se intensifican las amenazas de Putin. Ambos han iniciado el diálogo en Bielorrusia, en un punto no identificado, pero cerca del río Pripyat en Gomel, junto a la frontera de Ucrania.

A pesar de que este encuentro sentará por primera vez a la mesa a autoridades ucranianas y rusas, las expectativas mundiales suponen que la posibilidad de que se alcance algún punto de resolución del conflicto es baja. Esto, ante la sostenida alza en la violencia empleada en la acción militar y que ha conllevado la muerte de más de 300 personas de ambas nacionalidades y cerca de 1.700 heridos.

El exministro de Cultura y jefe de la delegación de negociación rusa, Vladimir Medinsky, aseguró que Rusia buscará un acuerdo que beneficie a ambas partes.

“Cada hora que el conflicto se prolonga, ciudadanos y soldados ucranianos mueren. Nos hemos propuesto llegar a un acuerdo, pero tiene que ser en el interés de las dos partes”, aseguró. Desde la delegación ucraniana, encabezada por el ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, se exigió un “alto al fuego inmediato” y la retirada de tropas rusas de su territorio.

Otro de los puntos que marca el encuentro dice relación con que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió a la Unión Europea que permitan el ingreso de Ucrania como miembro debido a un “nuevo procedimiento especial”, que logre asegurar su integración “inmediata” mientras combate la invasión de tropas rusas.

A través de sus redes sociales, Zelenski señaló que “nuestro objetivo es estar con todos los europeos y, sobre todo, ser iguales. Estoy seguro de que es justo. Estoy seguro de que nos lo merecemos”.

En cuanto a lo que se discutirá en el encuentro, el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, mantuvo el hermetismo de lo que serán las peticiones de Putin para detener la invasión.

“No voy a anunciar las posiciones que tenemos. Las negociaciones deben hacerse en silencio”, sostuvo. “Dejemos que los negociadores se instalen”, añadió.

En cuanto al despliegue del Ejército ruso en territorio ucraniano, las tropas lograron un avance en el sur y controlan la ciudad portuaria de Berdiansk, según establece un informe del portavoz del Ministerio del Interior ruso. Este hecho es decisivo, ya que Putin puede hacerse con el control de Mariupol, la ciudad del Mar de Azov y avanzar con la idea de construir el corredor desde la península de Crimea y el Donbás.

La invasión ha generado la muerte de más de 350 civiles, según establecen autoridades ucranianas. Desde el domingo recién pasado, los bombardeos se han incrementado en Kiev, Zhytomyr, Zaporiya y Chernihiv, en la frontera con Bielorrusia. Además, según consigna la oficina del presidente ucraniano, Rusia trata de aislar al ejército de Ucrania para evitar que avancen a la capital y proporcionen suministros en Járkov (al este) y Lugansk, con la finalidad de cortar el paso de suministros enviados por Occidente a través de Polonia.

Ucrania se queda sin balas

Desde el inicio de la invasión, el Ejército ucraniano, en conjunto con brigadas formadas por civiles, ha logrado resistir la ofensiva hasta el momento, pero Putin no ha escatimado en recursos y comienza a superar a las fuerzas ucranianas, debido a la escasez de suministros y municiones. En la misma línea, el Estado Mayor de las fuerzas armadas ucranianas ha acusado a Moscú de atacar aeródromos e infraestructuras críticas, tales como oleoductos, plantas de energía y suministro.

A pesar de esto, Kiev celebró como una “pequeña victoria” las negociaciones que tendrán con Moscú “sin condiciones”. De todas formas, Putin manifestó que no hablará con nadie hasta que Ucrania deponga las armas. “El enemigo esperaba un camino fácil, pero se encontró con un verdadero infierno”, declaró el primer ministro, Denys Shmygal. “No entiende que está en guerra no solo con las fuerzas armadas de Ucrania, sino con todo el pueblo ucraniano”, añadió.

Según servicios de espionaje ucranianos, el presidente Volodomir Zelenski es el objetivo principal del movimiento militar de Putin, quien busca descabezar al Gobierno. Es por esto que el mandatario no asistirá a la mesa de diálogo y ha elegido enviar a una delegación en su nombre.

“Realmente no creo en el resultado de esta reunión, pero haré lo que esté en mis manos. Que ningún ciudadano de Ucrania tenga ninguna duda de que yo, como presidente, no he tratado de detener la guerra”, aseveró.

Rusia ya comienza a sentir los efectos de la condena internacional a su invasión, debido a que las penalizaciones han echado por el suelo a la moneda oficial rusa, el rublo, el cual se desplomó a registros históricos, hundiéndose más de un 30%. Antes de la invasión, la moneda cotizaba a 85 rublos por euro, ahora lo hace con 127 rublos por euro.

Se espera que el encuentro marque el cauce que tomará el conflicto en los próximos días, en donde crece la expectativa sobre el accionar que adoptará Putin sobre la invasión que lleva a cabo en Ucrania desde el jueves pasado.

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