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Rodolfo Hernández y Gustavo Petro definen quién será presidente en un balotaje cerrado MUNDO

Rodolfo Hernández y Gustavo Petro definen quién será presidente en un balotaje cerrado

La incógnita sobre lo que ocurrirá este 19 de junio es enorme, respecto de si será el empresario de centroderecha Rodolfo Hernández o el político de izquierda y exguerrillero Gustavo Petro quien llegue al Palacio de Nariño. Pero los expertos dicen que eso solo se decidirá a último momento y que será una definición de «infarto». Actualmente, ambos se encuentran –según las encuestas– en un «empate técnico». Además, la gran cantidad de abstencionismo que hubo en la primera vuelta presidencial del 29 de mayo pasado y el gran porcentaje de indecisos, no permiten despejar la interrogante. 


En medio de un clima de incertidumbre y con una campaña política y la opinión pública muy polarizadas, con denuncias de amenazas contra los candidatos y diversas acusaciones de guerra sucia, los colombianos se aprestan para elegir a su nuevo Mandatario, en una segunda vuelta.

La incógnita sobre lo que ocurrirá este 19 de junio es enorme, respecto de si será el empresario de centroderecha Rodolfo Hernández o el político de izquierda y exguerrillero Gustavo Petro quien llegue al Palacio de Nariño. Pero los expertos dicen que eso solo se decidirá a último momento y que será una definición de «infarto». Actualmente, ambos se encuentran –según las encuestas– en un «empate técnico». Además, la gran cantidad de abstencionismo que hubo en la primera vuelta presidencial del 29 de mayo pasado y el gran porcentaje de indecisos, no permiten despejar la interrogante. 

El complejo panorama actual quedó dibujado ese domingo, en donde votaron 21.418.631 ciudadanos, equivalentes el 54,91% del padrón electoral.  

La coalición Pacto Histórico, de Gustavo Petro, logró 8.527.768 votos, equivalentes al 40,32% de los sufragios válidos. Pero, sin duda, la sorpresa la dio la Liga de Gobernantes Anticorrupción, de Hernández, que consiguió 5.953.209 sufragios, equivalentes 28,13%, que pasó al balotaje. Sin embargo, el gran fracaso lo sufrió, no cabe duda, la coalición del Equipo por Colombia, de Federico «Fico» Gutiérrez, apoyada por el actual gobierno de Iván Duque, y respaldada por varios partidos políticos de derecha, como el Conservador, el uribista Centro Democrático, el Partido Liberal y Partido de la U. Ante la sorpresa de muchos, dicha coalición quedó fuera de la segunda vuelta al sumar 5.058.010 de los sufragios, el 23,91%. La agrupación de Sergio Fajardo, Centro Esperanza, solo obtuvo 888.558 votos, equivalentes al 4,2%. 

Lo cierto es que la campaña para la decisiva vuelta comenzó la noche misma del 29 de mayo en medio de interrogantes. En estas últimas semanas han circulado un gran número de encuestas a diario, pero no hay certezas sobre un posible ganador. Mientras algunas consultoras dan por triunfador a Hernández, otras otorgan ese favoritismo a Petro. Por ejemplo, un sondeo de la firma Guarismo S.A.S EcoAnalítica dio un 46,4,1% para Hernández y un 43,3% para Petro. Sin embargo, recientemente en un estudio rápido de RCN, Petro tomó la delantera con un 47,8% sobre su rival, que marcó el 47,1%. 

“Hay grandes incógnitas. Primero qué va a pasar con los propios votantes de Hernández y si esos casi seis millones lo apoyarán nuevamente, porque  el de Hernández fue un voto contra el sistema. La segunda interrogante es qué ocurrirá con el centro y, sobre todo, con los abstencionistas. Casi la mitad del censo electoral no participó», indica Pablo Cuartas, académico y politólogo de la Universidad Autónoma de Manizales. 

Los escenarios

Los candidatos en disputa están en las antípodas políticas y de eso va a depender el alineamiento final de los votantes. 

Hernández, un ingeniero de origen humilde, de 77 años, acumuló una fortuna en la industria de la construcción y ganó popularidad por sus apariciones en la red TikTok. Exalcalde de Bucaramanga, es un político independiente, ajeno a los partidos tradicionales, y dice que no quiere cambiar el modelo político ni económico neoliberal, aunque sí mejorarlo. Señala que va a luchar frontalmente contra la corrupción, fortalecer la justicia y mejorar el empleo. 

Sin embargo, también es tildado de populista y algunas de sus declaraciones políticamente incorrectas y controvertidas han generado escozor.  

Petro, exalcalde de Bogotá, senador de 62 años y exguerrillero del Movimiento 19 de Abril (M-19), ha atraído a jóvenes y pobres con un discurso de cambio. Sus planes, entre otros, son reformar el modelo económico, subiendo los impuestos a los dueños de grandes extensiones de tierras improductivas y de alejarse de la dependencia económica del petróleo y del carbón para aplicar energías limpias y renovables. 

Uno de los posibles escenarios en el balotaje –según expertos– es que el uribismo le transfiera gran parte de los casi cinco millones de votos (de Federico Gutiérrez) a Hernández, más que nada por el rechazo ideológico que le genera Petro. «Hernández tiene tres rasgos que lo acercan al expresidente Uribe y todo lo que él es: orden, autoridad y prosperidad», sostiene Germán Ortiz, académico de la Universidad del Rosario de Bogotá. 

«Los votos del uribismo para Hernández serían los determinantes si quiere lograr el triunfo», añade Juan Manuel Charry, abogado constitucionalista y columnista bogotano.

Sin embargo, hay quienes piensan que ya se empezó a percibir un desgaste de la imagen de Hernández, debido a que su exposición política desnudó ciertos aspectos negativos de su personalidad, como impulsos agresivos y comportamientos autoritarios. «Además su plataforma política, basada en la lucha contra la corrupción, queda en entredicho al hacerse pública su imputación en un caso de corruptela», expresa a este medio Luis Fernando Trejos, académico de la Universidad del Norte, en Barranquilla. Hernández enfrenta acusaciones y una investigación de la Fiscalía General por supuestamente haber intervenido, desde su cargo de alcalde de Bucaramanga (2016-2019), en la adjudicación de un contrato para el tratamiento de tecnología alternativa en el manejo de la basura. 

Como contrapartida, existe un sentir de que Petro no ha logrado el efecto tranquilizador que se esperaba, fundamentalmente en el mundo empresarial y gran parte de la clase media, y sigue causando temor por sus propuestas económicas y por su supuesta cercanía a la línea sociopolítica que aplicó el desaparecido mandatario de Venezuela Hugo Chávez, cosa que el candidato niega. «Otra de las grandes desventajas que tiene Petro son algunos de sus colaboradores de su círculo más cercano que están muy desprestigiados en la política y opinión pública colombianas», añade Cuartas. Hace pocos días se destapó un gran escándalo en el que se denuncia que Petro y asesores montaron una campaña de desprestigio contra sus rivales en la primera vuelta, en los llamados «Petro Videos», lo cual le podría jugar en contra.

Este domingo 19 será entonces el «Día D» para saber cuál es la decisión del pueblo colombiano, pero lo único cierto, por ahora, es que sea quien sea el mandatario, tendrá grandes desafíos que afrontar, como pacificar el país y neutralizar a los grupos armados ilegales, combatir el narcotráfico, mejorar los índices socioeconómicos, que aminoren la inequidad, y enfrentar la corrupción. 

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