Publicidad

Lecciones de la conferencia sobre el racismo

Las ricas discusiones en Durban, Sudáfrica, representan en cierto modo el desafío que tiene toda sociedad de librar sus mejores batallas sociales, políticas, jurídicas y culturales para hacer frente a la discriminación en todos sus aspectos.


A pocas horas que concluya la III Conferencia Mundial contra la Discriminación y el Racismo se han perfilado claramente tres grandes ejes temáticos en las discusiones. Dentro de ellos, el tema que adquirió mayor impacto es el conflicto árabe-israelí, que significó el retiro de Estados Unidos e Israel.



La situación, que se preveía tensa, fue catalizada en parte por las resoluciones del Foro de Organismos No Gubernamentales, en cuya declaración se asimiló el sionismo con el racismo, lo que fue considerado inaceptable por ambos países.



No obstante, y dado que la declaración de las ONG no tiene carácter vinculante para la Conferencia de los Gobiernos, cuando en la propia Cumbre comenzó a predominar una cierta tendencia a sostener un fuerte diferencia en favor de Palestina, las delegaciones americana e israelí adoptaron un previsible rechazo.



El segundo gran tema ha sido lo que se denomina como la africanización del debate en torno a la deuda histórica sobre el racismo y sus efectos, produciéndose un intenso intercambio de demandas de los países africanos a los países europeos que se concentra básicamente en el complejo tema de las compensaciones históricas.



El tercer tema, que tiene mayor incidencia para América Latina y el Caribe, ha sido el de los derechos de autodeterminación de los pueblos indígenas y la inclusión del concepto de Pueblos Indígenas en la declaración final, tema que ha despertado controversias puesto que se interpreta esta demanda como una sobreposición de normas jurídicas en los Estados.



La Conferencia de Santiago de Chile había dado un gran paso en esta materia al incorporar el concepto de Pueblos Indígenas en sus conclusiones, superándose de este modo el trato de minorías étnicas.



La controversia suscitada significó que la Premio Nobel de la Paz, la indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, solicitara a los Estados el retiro de toda referencia al tema de los Pueblos Indígenas en el documento final, como un acto de protesta ante lo que calificó como una insensibilidad de los gobiernos.



Podría decirse que la Conferencia contra el Racismo se ha empañado por estas controversias. Sin embargo, lo más relevante es la oportunidad misma del encuentro internacional y las posibilidades que ofrece en cuanto a tomar una mayor conciencia acerca de la magnitud del problema que tenemos entre manos, vinculado a la discriminación racial, la xenofobia y otras formas de intolerancia.



Desde 1945, cuando el tema afloró en la preocupación de Naciones Unidas, han transcurrido 56 años para que la humanidad adopte una conducta que permita superar el flagelo que tal vez consume con mayor intensidad las energías de un planeta cuyos habitantes aún no encuentran los caminos para reconocerse y aceptarse en conformidad a la dignidad que a cada uno les pertenece.



Las ricas discusiones en Durban, Sudáfrica, representan en cierto modo el desafío que tiene toda sociedad de librar sus mejores batallas sociales, políticas, jurídicas y culturales para hacer frente a la discriminación en todos sus aspectos.



Para Chile, esta conferencia es también una oportunidad de aprendizaje, especialmente cuando vemos que hay otras naciones en el mundo que han dado pasos significativos, creando instituciones contra la discriminación racial -entre ellas el Defensor contra las Discriminaciones-, elaborando informes anuales sobre la materia y promoviendo muy especialmente en el ámbito educativo los contenidos que ayuden a las nuevas generaciones a respetar la diversidad.



Estimo que las conclusiones de esta III Conferencia podrán tener un carácter moderado. Aún así, sus resoluciones deben ser tomadas como luces brillantes en una profunda oscuridad que permitan el progreso de la paz, del entendimiento entre los seres humanos y sobre todo el respeto a sus derechos esenciales.



_____________________



Vea otras columnas del autor

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias