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Fontur, un fondo para el turismo


Diagnósticos económicos recientes indican que nuestra economía se diversifica, nuestro comercio internacional se expande y globaliza y que el turismo es uno de los motores «no tradicionales» de ese proceso. Esto último, que es una realidad a nivel nacional, se aprecia en mayor grado en la V Región y en las comunas de Valparaíso, Viña del Mar y Concón, por mencionar sólo las más cercanas y con indudables atractivos en este sector.



El turismo es generador de empleo. Se nutre de la hotelería y gastronomía, transporte y vías de comunicación, aprovechamiento racional de los recursos naturales -como el borde costero o valles vitivinícolas-, de la preservación y puesta en valor de bienes culturales y patrimoniales, la actividad cultural, académica, deportiva y de entretención. La inserción internacional trae aparejado el turismo de convenciones y negocios.



El desarrollo de este sector tiene entre sus supuestos la contribución de todos a la seguridad y limpieza del entorno, la amabilidad en el trato al turista, una adecuada difusión y gestión, y naturalmente, el emprendimiento del sector privado que ofrece los servicios. Igualmente, políticas adecuadas en los niveles nacional, regional y municipal.



Lo anterior lleva a considerar, como parte de la política turística, de un instrumento concursable para proyectos que propongan Pymes, microempresas, organizaciones comunitarias y sin fines de lucro. Naturalmente, se trata de pequeños proyectos y no de la gran inversión que tiene otros cauces.



Hace algunos años, siendo subsecretario de Educación, me correspondió exponer ante la Subcomisión de Presupuestos del Congreso la propuesta de creación del Fondart, Fondo de la cultura y las artes, que se incorporó a la Ley de Presupuestos de 1992, y devino, años después, en el actual Fondo que administra el Consejo Nacional de la Cultura. Otros sectores manejan también fondos concursables, como es el caso del Fosis, el Indap, la educación y el deporte.



El fondo nacional y regionalizado que se propone para el turismo, el Fontur, tendría aportes provenientes de la Ley de Presupuesto Nacional y otras fuentes, y un carácter complementario a los instrumentos existentes. Un proyecto de esta naturaleza requiere del apoyo del Ejecutivo y un proceso participativo con intervención de actores como el Consetur, operadores y usuarios que lo enriquezca.



Los tipos de proyectos, concordantes con la transversalidad del sector, pueden ser variados: puesta en valor turístico del entorno de bienes culturales y recursos naturales atractivos; mejoramiento de infraestructura turística por Pymes y microempresas; asistencia técnica y capacitación de operadores; publicaciones sobre las atracciones de un determinado sector turístico o geográfico; exhibición de artesanías y de los trabajos valiosos de grupos comunitarios, etc.



Los mecanismos de discernimiento de proyectos deben ser ágiles y trasparentes, a cargo de comisiones técnicas regionales con participación de los sectores público y privado, informes técnicos de Sernatur e intervención, según el tipo de proyecto, de otros organismos como el Consejo Nacional de la Cultura.



Una industria turística que funcione de modo profesional y permanente, requiere de un instrumento como el Fontur que integre esfuerzos y contribuya a evaluar y materializar ideas y propuestas.



Raúl Allard Neumann. Abogado. Candidato a diputado distrito 14 de Viña del Mar y Concón.


  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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