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Salarios y ganancias: Con Allende y con Pinochet


En parte importante de la sociedad chilena, y de la mayoría de los dirigentes políticos y sociales, se ha instalado la idea del éxito económico en Dictadura. Por eso, en lo fundamental se ha seguido con el modelo económico impuesto por Pinochet. Este éxito económico se presenta erróneamente en forma independiente de la política y de los derechos humanos durante la Dictadura.



Tenemos presente las privatizaciones, la desnacionalización del cobre, los procesos de corrupción en Dictadura y otros impactos económicos. Sin embargo, en esta nota sólo analizaremos los profundos cambios en la participación de las remuneraciones de los trabajadores y los cambios de la participación de las ganancias de los empresarios en la producción global de la economía chilena.



Esos profundos cambios sólo pudieron efectuarse por medio de una gran represión sobre los trabajadores, sobre los sindicatos y sobre los dirigentes sindicales y políticos.



Los antecedentes estadísticos oficiales que se ocultaron por mucho tiempo demuestran que la Dictadura de Pinochet fue una venganza a muerte del capital sobre los trabajadores y sobre el gobierno de Salvador Allende.



El valor total de los bienes y servicios finales producidos en un año, corresponde al PIB. Este indicador económico también equivale -en lo más grueso-, a la suma de las remuneraciones a los trabajadores más las ganancias empresariales como se puede observar en el cuadro que presentamos a continuación con información oficial.


La
participación de los salarios y de las ganancias en el PIB
En el gobierno de Allende y con Pinochet
(Porcentajes)

1970

1971

1972

1973

1974

1979

1980

1985

1988

1989

Remuneraciones de asalariados

  43

  51

  52

  37

  37

  36

  38

  33

  31

  32

Ganancias brutas de empresas

  47

  40

  39

  52

  47

  52

  50

  54

  56

  56

Mas Impuestos

  13

  14

  13

  16

  17

  14

  14

  15

  13

  12

Menos Subsidios

  2

  4

  4

  6

  2

  2

  2

  3

PIB

  100

  100

  100

  100

  100

  100

  100

  100

  100

 

Fuente: Construido a partir
del Anuario Estadístico de la CEPAL  2005, sobre la base de la información
oficial de Chile
















En los gobiernos de Frei Montalva y Allende se planteó como una de las tareas principales, mejorar la distribución del ingreso incrementando la participación de los salarios, y por lo tanto incrementando la participación de la mayoría de la población en la producción anual. Se tenía presente que en los países desarrollados, la participación de los salarios en el PIB era superior a 65 %, llegando incluso a 70%. En Chile, la participación de los salarios a inicios de la década de los 60, se estimaba que era menor al 40% del PIB.



La política económica del gobierno de Frei Montalva generó condiciones para un aumento de la participación de las remuneraciones de los trabajadores en la producción nacional, así como también se aumentó el gasto social. En 1970, la participación de los salarios en el PIB fue de 43%.



Durante el gobierno de Allende, los cambios en la distribución del ingreso fueron mucho más profundos. En 1971, la participación de los salarios en el PIB aumentó de 43 % en 1970 a 51 %, y a 52% en 1972.



También, los subsidios entregados por el Estado para las 40 medidas a los sectores más desprotegidos: salas cunas, jardines infantiles, medio litro de leche para cada niño, los programas de salud, etc., aumentaron al doble desde el 2% del PIB en 1970, al 4% del PIB en 1971 y 1972, llegando a 6% del PIB en 1973.



Las ganancias empresariales, – como porcentaje del PIB-, disminuyeron en el gobierno de Allende desde 47% en 1970 a 40 % en 1971 y a 39 % en 1972.



Como lo política es en gran parte la síntesis de la economía, esto no se podía aceptar por parte de la derecha económica y política. Por esto promovieron el golpe militar, la ruptura de la democracia, del orden institucional y del Estado de Derecho.



Una de las primeras medidas represivas de la Dictadura de Pinochet fue la congelación de los salarios y la libertad de precios en el mercado de los bienes y servicios unido a la represión general y en las fábricas.



El terrorismo político y económico de los 4 cuatro meses finales de 1973 -a partir del Golpe de estado del 11 de septiembre-, logró bajar la participación de los salarios en el PIB desde 52% en 1972 a 37% en 1973. Es decir, la participación de los salarios en el PIB en 1973 bajó en 15 puntos porcentuales, que equivalen a una disminución de un 30% de la masa global anual de los salarios.



También la Dictadura disminuyó drásticamente los subsidios y en los primeros años aumentaron los impuestos indirectos- el Impuesto al Valor Agregado, IVA-, que es un impuesto regresivo que afecta mucho más a los trabajadores asalariados.



Desde 1979 a 1989 la participación de los salarios en el PIB continúa bajando, en tanto las ganancias aumentan. Al final de la Dictadura, -1988 y 1989-, la participación de los salarios baja a 31% y 32% respectivamente y las ganancias suben a 56%.



La participación de los salarios en el PIB baja en 20 puntos porcentuales desde 1972 a 1988-1989. En otras palabras, la participación de la masa global anual de salarios en el PIB en los años mencionados disminuye en un 38%.



Si se suman la parte de los salarios que se han transferido a las ganancias de los empresarios durante los años de la Dictadura, resulta ser una cifra tan elevada, que equivale al valor total de todas las empresas chilenas y del valor de todas las casas de barrios residenciales y del valor global de los hoteles y de las casas de las nuevas zonas turísticas.



Este masivo robo de los empresarios a los trabajadores, que se ha reflejado en tasas de ganancias elevadas, explica por un lado el crecimiento económico y la opulencia de los ricos y la pobreza y rebeldía que está creciendo en la sociedad chilena.



El crecimiento empobrecedor explica que Chile figure en los informes internacionales como uno de los países con las peores distribuciones del ingreso en América Latina y en el mundo.



Cuando los trabajadores y las organizaciones sociales y políticas tomen conciencia de las magnitudes de esta expropiación, los movimientos sociales y políticos en franca rebeldía popular lucharan de nuevo en Chile por grandes transformaciones.





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Orlando Caputo. Economista Universidad de Chile, Investigador de CETES y del Grupo de Economía Mundial de CLACSO y de la REDEM.



Graciela Galarce, Economista Universidad de Chile, Magíster en Ciencias Sociales – FLACSO, Investigadora de CETES.






















  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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