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Plebiscito en Vitacura

El próximo domingo 15 de marzo de 2009 los 56 mil residentes inscritos en los registros electorales de la comuna de Vitacura votarán, con todas las formalidades impuestas por el Servicio Electoral (Servel), si apoyan las propuestas municipales orientadas a aumentar aún más el crecimiento…


Por Patricio Herman*

El 7 de agosto de 2006 publicamos en El Mostrador la columna «Salvemos Vitacura» , en la cual relatábamos lo que estaba sucediendo en esa comuna con ocasión de un conflicto de intereses entre el sector inmobiliario, apoyado por las autoridades municipales y un importante grupo de vecinos que se oponían a los cambios urbanísticos que proponían los primeros.

Pues bien, el próximo domingo 15 de marzo de 2009 los 56 mil residentes inscritos en los registros electorales de la comuna de Vitacura votarán, con todas las formalidades impuestas por el Servicio Electoral (Servel), si apoyan las propuestas municipales orientadas a aumentar aún más el crecimiento inmobiliario, vía densificación, o bien si optan por mantener en 3 sectores determinados las actuales reglas del juego establecidas en la Ordenanza del Plan Regulador Comunal (PRC). Dicho sea de paso, este territorio jurisdiccional pertenecía hasta 1992 a la Municipalidad de Las Condes y en diciembre de 1999 se publicó el primer PRC para Vitacura, al cual, en estos 10 años, se le han hecho varias modificaciones para posibilitar la construcción en altura.

Esta futura votación es consecuencia directa de la voluntad de un responsable e informado grupo de vecinos que se opusieron enérgicamente a la idea municipal de cambiar las condiciones de edificación en determinadas zonas para que ciertos grupos inmobiliarios pudieran hacer negocios a su amaño. Naturalmente, la propuesta municipal era secundada por todos aquellos particulares que teniendo viviendas unifamiliares en el sector a modificarse querían venderlas al mejor postor para emigrar más al oriente de la ciudad. La motivación de éstos era hacer una ganancia rápida con la venta sus inmuebles a demolerse, pero sin detenerse a pensar en los perjuicios que sufrirían los vecinos del entorno: aprés moi, le déluge, como dijera un despreciativo monarca francés con ocasión de la suerte que correrían los demás infelices una vez conseguidos sus viles propósitos.

Pero los vecinos que privilegiaban la densidad baja, en viviendas de uno y dos pisos, con el concepto de buena calidad y estilo de vida e identidad barrial, forzaron al municipio, con los mecanismos establecidos en la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, para que esta materia fuera resuelta democráticamente en un plebiscito, lo que acontecerá el domingo próximo. A pesar de que el establishment local siempre se opuso a que los ciudadanos libremente decidieran el asunto, fue la Contraloría General de la República la que obligó al alcalde a permitir que los vecinos se expresaran. La opción en juego son torres comerciales y habitacionales, con el obvio incremento del parque automotor en calles ya colapsadas, o las condiciones actuales.

A pesar de que hay otros cambios urbanísticos en carpeta, la autoridad municipal decidió que sólo en los sectores que a continuación se describen, la ciudadanía podía pronunciarse en el plebiscito :

1) En el sector Escrivá de Balaguer-Dr. Almeyda-Club de Polo-Guaraníes hoy en día y desde siempre, se permiten viviendas de hasta 2 pisos más mansarda, aunque en Escrivá de Balaguer, entre Manquehue Norte y Espoz, existe desde 1980 un edificio absolutamente ilegal. Recordemos que Chile es el reino de los hechos irregulares consumados. El municipio propone en este cuadrante la construcción de edificios de 6 pisos, sin especificarse los coeficientes de ocupación de suelo, los distanciamientos, la superficie mínima para construir dichos edificios, la densidad de viviendas por hectárea, etc. etc.

2) En el sector Avda. Kennedy-Benito Juárez-Fernando de Argüello-Tupungato-Corte de Apelaciones donde ya se permiten edificios de 7 pisos, más el aumento que brinda la espuria figura del Conjunto Armónico, el municipio desea elevar la altura a 12 pisos, más el incremento señalado, llegando por lo tanto a 16 pisos para vivienda y comercio.

3) En el sector Alonso de Córdova-Nueva Costanera se permiten edificios, según sub-sectores, de hasta 17, 7 y 5 pisos, a través de la aplicación del Conjunto Armónico y otros beneficios. El proyecto municipal pretende en Alonso de Córdova igualar en 3 pisos la altura para los establecimientos comerciales, pero ligado a la edificación en altura en Alonso de Córdova en las esquinas con Américo Vespucio Norte, Vitacura y Nueva Costanera, donde se permitiría la construcción de edificios de hasta 18 pisos y de 10 a 15 pisos en el barrio interior, por Nueva Costanera, convirtiendo a este sector en el más densificado de la comuna.  

La información de estos 3 sectores la hemos obtenido de la página web del Movimiento «Salvemos Vitacura«, con la excepción del dato entregado sobre el edificio ilegal en Escrivá de Balaguer.

En todo caso, y eso es lo destacable, serán los ciudadanos los que decidirán cómo desean vivir en el futuro, lo que es un hecho inédito en Chile y que debería ser replicado en todas la comunas. Pero, aunque tenemos la plena convicción que ganará el NO en el plebiscito, no podemos perder de vista que si los votantes no llegan al 50% de los inscritos en los registros electorales, este ejercicio democrático no producirá efecto. Advertimos que, ante una eventual abulia ciudadana, el municipio estará en óptimas condiciones para seguir modificando las normas urbanísticas de acuerdo a sus propias motivaciones, con lo cual los especuladores inmobiliarios quedarán muy satisfechos.

Y en línea con lo anterior, nos llama profundamente la atención que, los diputados del distrito, Julio Dittborn y Cristián Monckeberg, los senadores de la circunscripción, Soledad Alvear y Pablo Longueira, no hayan a la fecha formulado ninguna declaración pública llamando a la participación ciudadana en el plebiscito. No les pedimos que apoyen a una u otra postura, porque sería complicado para ellos expresar sus preferencias, pero sí que inviten a sus electores a ejercer la democracia. Y es más, los candidatos presidenciales también deberían estimular a la ciudadanía de Vitacura a que cumpla con su deber de decir SI o NO a la propuesta del alcalde Torrealba.

 

*Fundación «Defendamos la Ciudad»

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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