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Participación de Chile en Haití…

Por: Mario Desbordes, Subsecretario de Investigaciones.


Señor Director:

Quisiera referirme al artículo publicado por el señor Fernando Thauby, en el que expone su particular visión del trabajo que la ONU realiza en Haití.  En primer lugar, es importante destacar que el artículo contribuye al debate sobre un tema que debería ser de interés más general, tanto por la participación de Chile en misiones de paz, como por la situación especial de ese atribulado país.

En segundo término, deseo aclarar al autor, que las fuerzas de MINUSTAH no están reemplazando las instituciones haitianas, si no que por el contrario, se busca colaborar en la constitución, desarrollo y fortalecimiento de determinadas áreas, dejando siempre en manos locales el gobierno, administración de justicia, poder judicial, y en general todas las instituciones locales.  La ONU NO gobierna Haití. Asimismo, respecto del esfuerzo chileno, este se despliega a nivel estatal en el área militar y en la policial, contribuyendo en esta última a la formación de la PNH o Policía Nacional de Haití.

Todos los programas tienen plazos y metas concretos, el problema es que el terremoto (algo subdimensionado en el artículo)  que devastó al país este año, hizo retroceder todo lo logrado.  Estuve en Haití hace un par de meses, y le puedo asegurar que el nivel de destrucción que sufrieron allá es varias veces mayor que lo que tuvimos en Chile.  La lógica que propone el autor es buena como regla general, pero como toda regla hay excepciones, y Haití claramente lo es.

Comparto con el señor Thauby el que se debe buscar un plazo para dejar solos a los haitianos, lo que no me parece es que se minimice tanto su actual situación, o  la lógica tan simple de asumir que se les deje, y que pase lo que tenga que pasar, pues con ese mismo criterio hay varios ejemplos de países africanos donde han muerto miles de personas en las últimas décadas, con el agravante de que sus inestabilidades internas han significado serios problemas al entorno como por ejemplo en Somalia, todas situaciones que no queremos que ocurran.

Por último, la determinación de lo que se haga no es ni una decisión militar, ni siquiera del gobierno de turno, si no que una definición que como país debemos tomar, respecto del rol que queremos tener en el mundo y sobre todo en América.

(*) Mario Desbordes, Subsecretario de Investigaciones

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