Señor Director:
La verdadera vocación por proteger el medio ambiente no es una moda. Tampoco es una oportunidad política circunstancial, Es una opción de vida.
No creo en algunos que dicen respetar los árboles, los animales, el agua, el suelo, y no respetan la integridad de las personas.
Me cuesta creerles a quienes se han preocupado en el largo plazo de criticar sólo las hidroeléctricas y no las termoeléctricas que se instalan en comunidades costeras más pobres.
Por otra parte me cuesta entender que seamos el tercer país con cobros de electricidad más caros de toda América- según me explicaron- no obstante que se ha optado por los proyectos que la generan con costos más baratos.
No me gusta en mi país las discusiones en blanco o negro, no me gusta la polarización que le hizo tanto mal a éste país en el pasado.
Lo ideal es que exista la menor intervención posible en el medio ambiente, pero si hay que intervenir para que efectivamente bajen los precios hay que hacerlo y no sólo para satisfacer una mayor futura demanda. Prefiero entonces centrales de pasada más que mega represas y cableado subterráneo en ductos en las zonas ecológicas mas sensibles, como los que se construyeron para traer gas natural argentino.
Juan Carlos Palma Torres
abogado
