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Megaproyectos de Obras Públicas en Santiago e inequidad regional

Eduardo Bitran
Por : Eduardo Bitran Presidente Club de Innovación, Académico Universidad Adolfo Ibáñez
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¿Cuál es la evaluación económica de Mideplan que justifica extender el Metro a Independencia en vez de hacer vías exclusivas? ¿Por qué no se cobran las deudas por el Proyecto Metro comprometidas por el Alcalde de Las Condes? ¿Cómo se piensa cubrir el déficit de US$ 500 millones en la Autopista de Vespucio Oriente? ¿Cómo justifica este subsidio a los sectores de altos ingresos?


El Gobierno en materia de obras públicas ha tomado dos decisiones que dejan de manifiesto su falta de consideración por criterios de eficiencia económica,  equidad regional y social, y disciplina fiscal.  Ha decidido construir 2 líneas de metro en Santiago por una inversión de alrededor de US$ 3 mil  millones con un subsidio del Estado de al menos US$ mil 300 millones. Adicionalmente ha rediseñado la autopista Vespucio Oriente para concesionarla a un costo de inversión que superará los US$ 1.500 millones y que requerirá un subsidio de al menos US$ 500 millones de dólares. Es decir a partir del 2013 se invertirá en Santiago al menos US$ mil 200 millones al año en solo dos mega proyectos, equivalente a todo lo que invierte el MOP como obra pública en las regiones del país durante un año.  En materia de Metro se debió haber priorizado una de las líneas, probablemente la línea 6 y luego de concluida haber iniciado la línea 3.

La expansión del metro por avenida Independencia, no es socialmente rentable todavía.  Existe una línea de metro por Recoleta y el nivel de demanda por Independencia hoy hace aconsejable construir una línea exclusiva de buses a un 20% del costo. Desafortunadamente, un gobierno que debía haber fortalecido la evaluación económica de proyectos ha optado por  prescindir de esta herramienta  que permite priorizar la inversión pública de acuerdo a su rentabilidad social, debilitando un sistema Nacional de Inversiones que ha costado muchos años construir. El gasto en infraestructura de Metro en Santiago debió haber seguido la misma trayectoria de las últimas décadas, evitando generar un efecto adverso sobre la inversión pública en las regiones del país.  Esto se ve agravado por que el alcalde de Las Condes no ha pagado ninguna de las cuotas que comprometió con el Gobierno del ex presidente Lagos, cuando se decidió extender el Metro por Apoquindo.

¿Por qué el MOP no cobra lo que se le adeuda?, ¿dónde está la Contraloría y el Congreso con sus facultades de fiscalización? Respecto a Américo Vespucio Oriente, el proyecto se modificó sin consideración a los costos fiscales y efectos de equidad del nuevo diseño.  Se extendió el trazado en dos kilómetros abandonando la opción de usar Alonso de Córdova, se optó por un túnel minero con elevados costos de inversión y operación en vez de un túnel trinchera, como se construye hoy el metro, lo cual obligará a complejas y extensas salidas de conexión con las avenidas que la cruzan.  Desde ese punto de vista es un mal proyecto.

[cita]Si quieren una autopista con elevadísima inversión los beneficiados del barrio alto deben pagar el subsidio correspondiente. Solo una fracción de la plusvalía de los terrenos permitiría pagar la diferencia. Las municipalidades  beneficiadas deberían aportar el aumento de recaudación por impuesto territorial, además de permitir aumentar la densidad en las zonas en que pasa la autopista.[/cita]

La expansión de la inversión respecto al proyecto original no es socialmente rentable.  ¿Qué dicen los parlamentarios de Santiago Poniente, Norte y Sur cuando por ahorrar recursos fiscales se hicieron las autopistas elevadas pasando por la ventana de las viviendas de sus habitantes? Esto alimenta la percepción de inequidad, se piensa que en el país rige la ley del embudo. Si quieren una autopista con elevadísima inversión los beneficiados del barrio alto deben pagar el subsidio correspondiente. Solo una fracción de la plusvalía de los terrenos permitiría pagar la diferencia. Las municipalidades  beneficiadas deberían aportar el aumento de recaudación por impuesto territorial, además de permitir aumentar la densidad en las zonas en que pasa la autopista.

Si se quiere generar una sociedad más inclusiva y con mayor equidad e igualdad de oportunidades debemos aumentar la transparencia en las decisiones  públicas e incorporar claramente criterios de eficiencia y equidad. Gastar US$ 450 millones al año en subsidios innecesarios en sectores privilegiados, es un despropósito cuando debemos invertir al menos US$ 1.500 millones adicionales al año en aumentar la calidad de la educación y además aumentar la inversión en infraestructura en las regiones para permitir una mayor integración de las regiones de nuestro país.  El Ministro de Obras Públicas debe esclarecer estos temas, compromisos de recursos públicos de esta envergadura requieren que se responda con claridad: ¿Cuál es la evaluación  económica de Mideplan que justifica extender el Metro a Independencia en vez de hacer vías exclusivas?   ¿Por qué no se cobran las deudas por el Proyecto Metro comprometidas por el Alcalde de Las Condes? ¿Cómo se piensa cubrir el déficit de US$ 500 millones en la Autopista de Vespucio Oriente? ¿Cómo justifica este subsidio a los sectores de altos ingresos? ¿Por qué las municipalidades del barrio alto beneficiadas no contribuyen al financiamiento de Vespucio Oriente, e incluso se tarifican vías competitivas que se verán beneficiadas como Manquehue?  ¿Cómo se afectará la inversión en Infraestructura en regiones en los próximos cinco años con la inversión de US$ 3 mil millones en Metro y US$ mil 500 millones en Vespucio Oriente?

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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