Publicidad
Elecciones en la CUT: una lápida sobre los anhelos de la democracia Opinión

Elecciones en la CUT: una lápida sobre los anhelos de la democracia

Esteban Maturana
Por : Esteban Maturana Presidente de la Confederación de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam)
Ver Más

No es menos preocupante la férrea tutela que los partidos políticos ejercen sobre la central, transformándola, en los hechos, en una parcela de poder a disputar entre ellos en beneficio de sus particulares intereses, los que no son necesariamente los mismos de la base sindical, por más que en el discurso oficial el tema de los trabajadores aparezca como una de sus mayores preocupaciones.


Finalmente, pese a todos los llamados y a todas las denuncias previas, el pasado jueves 23 de agosto se consumó un nuevo fraude electoral en las elecciones para renovación del Consejo Directivo Nacional de la CUT. Tal como habíamos previsto, se llevó a cabo un proceso plagado de irregularidades tales como la ausencia de un padrón electoral conocido y verificable, falta de información financiera que permita saber qué sindicato paga por cuántos socios, control del proceso en manos de los mismos directivos que son candidatos a la reelección en vez de un organismo colegiado independiente, etc.

Ciertamente lo ocurrido no fue para nada sorprendente, pero lo que sí fue “sorpresivo” fue la derrota de Arturo Martínez, quien además —y también sorprendentemente—, se apresuró a reconocer los resultados adversos y a nombrar a su sucesora en la presidencia de la organización sin que hasta ese momento el órgano “encargado” de dar a conocer los resultados hubiera entregado su informe definitivo. Queda la impresión que para el presidente saliente de la CUT existe una cierta urgencia por salir del primer plano en el que las exigencias de transparencia suelen incomodarlo.

[cita]“Queda la impresión que para el presidente saliente de la CUT existe una cierta urgencia por salir del primer plano en el que las exigencias de transparencia suelen incomodarlo”.[/cita]

Por cierto, no podemos dejar de señalar algo que si bien no fue sorpresivo, pero sí llamativo, es que Cristián Cuevas resultara segundo en la lista del Partido Comunista. Desde nuestra perspectiva, ello es un fiel reflejo del peso inmenso que la maquinaria comunista ejerce sobre su dirigencia sindical, ordenando su votación al extremo de entregar una mayoría significativa a una dirigente con una trayectoria sindical muchísimo menos relevante que la del dirigente minero, que si bien es militante del PC y miembro de su Comité Central, pareciera, dados los hechos, no ser del agrado de la cúpula directiva de dicho partido. En todo caso, no podemos dejar de reconocer la habilidad de la máquina partidaria relegando a un segundo plano a figuras conflictivas como Cuevas, Gajardo y Salinas, relevando a un primer plano a una mujer joven y limpia de antecedentes en su corta vida dirigencial.

Al margen de los resultados del proceso en cuestión, lo que para nuestra organización queda como conclusión inevitable es que nuevamente se consumó un fraude electoral en la organización sindical  más importante de los trabajadores chilenos y se colocó una pesada lápida sobre los anhelos de democracia y de transparencia en una organización cuya misión fundamental es la de velar por los intereses de millones de trabajadores que viven de su salario, además de ser una contribución en la lucha por construir un país más justo. Y si ello es preocupante, no es menos preocupante la férrea tutela que los partidos políticos ejercen sobre la CUT, transformándola, en los hechos, en una parcela de poder a disputar entre ellos en beneficio de sus particulares intereses, los que no son necesariamente los mismos de la base sindical, por más que en el discurso oficial el tema de los trabajadores aparezca como una de sus mayores preocupaciones.

Para la Confusam esta CUT no le sirve a los trabajadores de Chile y los hechos de la historia reciente así lo demuestran, como nunca antes en la historia nacional los trabajadores se encuentran desprotegidos, sin capacidad real de terciar ante la codicia inagotable de los poderosos, lo que obliga a profundas transformaciones a fin de democratizarla, transparentar su gestión y ponerla al servicio de su base social.

Para avanzar en la dirección señalada asumimos como urgente la tarea de presionar en todos los frentes posibles para avanzar hacia los objetivos señalados y, por ende, mantendremos nuestra decisión ya hecha pública antes de la fecha de la elección, en orden a impugnar en tribunales un proceso electoral desde cualquier punto de vista, fraudulento, instrumental a los intereses de los poderosos y del gobierno de turno.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias