Publicidad
Partido Comunista Chino: ‘E pur si muove’ Opinión

Partido Comunista Chino: ‘E pur si muove’

La percepción generalizada fue que en el Congreso se impusieron las corrientes más conservadoras representadas por el octogenario ex Secretario General (1988-2002) Jiang Zeming, en virtual alianza con Xi Jinping. Esta interpretación difundida en medios occidentales de prensa, demanda algunas precisiones.


“Y sin embargo se mueve”, la frase en vernáculo para replicar a los inquisidores, que se atribuyó al toscano Galileo en el siglo XVII, sirve para matizar las versiones más pesimistas del XVIII Congreso del Partido Comunista de China (PCCh). El Congreso, que en noviembre 8-14 transfirió la Secretaría General de Hu Jintao a Xi Jinping, decepcionó con razón a quienes esperaban cambios políticos de fondo. La percepción generalizada fue que en el Congreso se impusieron las corrientes más conservadoras representadas por el octogenario ex Secretario General (1988-2002) Jiang Zeming, en virtual alianza con Xi Jinping. Esta interpretación difundida en medios occidentales de prensa, demanda algunas precisiones.

En estricto rigor, lo esencial del XVIII Congreso fue determinado con antelación, en un círculo reducido de altos dirigentes y de acuerdo con una pauta estrenada hace veinte años. En 1982 y en 1987 (XII y XIII congresos) ya el Informe Central, el Buró Político (BP) y su Comité Permanente (CPBP), verdadero órgano ejecutivo superior del PCCh, fueron escogidos a dedo por una Comisión Asesora Central (Zhōngyāng Gùwèn Wěiyuánhuì) que había sido institucionalizada como cuerpo asesor por Deng Xiaoping y otros siete veteranos prominentes, sobrevivientes de la revolución cultural (1966-76). Se les llamaba “Los 8 Inmortales”, en alusión a un antiguo mito taoísta. La Comisión fue abolida por el propio Deng Xiaoping en 1992 pero la práctica permanece. Ahora no tiene nombre ni carácter institucional y su poder de veto parece atenuado por la interacción con diferentes camarillas. Estaría compuesta por Jiang Zemin y una decena de jubilados que antaño figuraron en el CPBP.

[cita]Una maquinaria de este tipo exige sistemas de alerta temprana para preservarse y los censores del PCCh vienen detectando fallas en el funcionamiento del modelo, susceptibles de agravarse por el descontento popular con la corrupción y prebendas de la nomenklatura, asuntos que “ponen en riesgo la existencia del partido y del Estado”, advirtió el Informe Central de Hu Jintao.[/cita]

Los más de 2.200 delegados al XVIII Congreso del PCCh eligieron el Comité Central el 15 de noviembre, en una votación presentada como competitiva y secreta. Al día siguiente, la Plenaria de ese Comité Central  eligió (en teoría) 25 hombres para el BP que, a continuación, escogió en sus filas a 7 para el BP. Lo cierto es que en la primera quincena de agosto 2012, el grupo actualizado de “Inmortales” que encabeza Jiang Zemin se reunió durante varios días con los miembros en ejercicio del BP, en el célebre resort con arenas amarillas de Beidaihe. Allí, a 300 km de la capital china, se dio el visto bueno definitivo al Informe Central que sería leído por Hu Jintao en noviembre, así como se tejió el consenso para la lista única de integrantes del BP y del CPBP presentada al Comité Central y electa sin debate en el XVIII Congreso.

Lo descrito tiene poco que ver con procedimientos democráticos sin apellido. Da cuenta también de la compleja y potente maquinaria burocrático-autoritaria que contribuyó a hacer de China la segunda economía mundial en tiempo récord, sin escatimar costos humanos, sociales y ambientales. “E pur si muove”, una maquinaria de este tipo exige sistemas de alerta temprana para preservarse y los censores del PCCh vienen detectando fallas en el funcionamiento del modelo, susceptibles de agravarse por el descontento popular con la corrupción y prebendas de la nomenklatura, asuntos que “ponen en riesgo la existencia del partido y del Estado”, advirtió el Informe Central de Hu Jintao.

A la fecha, está en marcha una campaña para mejorar la imagen pública del PCCh y acercarlo más a la gente, que contempla, entre otras cosas, incrementar las visitas de inspección de los líderes a las zonas menos desarrolladas de China. A modo de ejemplo Hu Jintao, próximo a ingresar a la lista de Inmortales, recorrió en diciembre 1-6 la provincia de Guizhou, en el sudoeste del país. El Buró Político, por su parte, difundió una serie de disposiciones que ponen límites a la pompa en las grandes ceremonias oficiales y al tamaño de las comitivas que acompañan a los dirigentes en viajes al extranjero. Pero lo de mayor significación es la enmienda para reducir la usurpación de tierras, que el Consejo de Estado, máximo órgano de decisión gubernamental, acaba de anunciar. La enmienda, que en marzo 2013 será sometida a consideración del Congreso Nacional del Pueblo, dificulta requisar terrenos y obliga a proporcionar una compensación adecuada cuando la requisa sea de verdadero interés público.

En el marco de la legislación existente, las autoridades locales gozan de amplia flexibilidad para despojar a los campesinos de sus tierras pagándoles poca o ninguna compensación. Ello fomenta en alcaldes y secretarios del PCCh la usurpación de terrenos que luego venden a empresas constructoras. La dinámica, que es fuente de corrupción y que en 2011 reportó a las arcas municipales el equivalente a US$ 482 billones, origina frecuentes protestas, movilizaciones y disturbios en áreas rurales, donde las labores agrícolas todavía ocupan a 650 millones de chinos. La enmienda aprobada por el Consejo de Estado es apenas un primer paso para enfrentar los múltiples problemas nacionales, aunque, como dicen los chinos, Qiān lĭ zhī xíng, shĭ yú zú xià: “un viaje de mil li (= 500 metros) siempre comienza con un paso”.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias