Sorprende que se otorgue una connotación negativa al hecho de que las denuncias por violencia intrafamiliar hayan aumentado. Cualquier experto sabe que una mujer se demora en promedio 7 años en denunciar, y el incremento de las denuncias es el reflejo de una sociedad sensibilizada con el tema, que entiende la violencia como un delito y no un problema privado de la pareja. Sólo la denuncia permite activar un mecanismo de protección en favor de la mujer y sacar del anonimato a un agresor que si es invisible queda impune.
La información falsa confunde, la confusión provoca desconfianza y la desconfianza dificulta el combate contra la violencia.
Por eso es tan grave la difusión de cifras equivocadas respecto de los femicidios en Chile difundida por la campaña ONU “Mujeres por más”.
Especialmente grave la equivocación cuando proviene de un organismo internacional que debe ser ejemplo de estándares de rigurosidad y calidad de la información. Sobre todo, cuando está en juego una realidad tan dolorosa y compleja como la muerte de mujeres en manos de sus parejas.
No debiera sorprender la molesta reacción de la Ministra Schmidt ante la campaña de la ONU “Mujeres por más”
En primer lugar, porque el Sernam tuvo la mejor disposición para apoyar esta causa a través de un banner en su sitio web institucional y la difusión de afiches. Sin embargo, al conocer las cifras erróneas que la campaña utilizaba, informó en noviembre sobre este grave hecho. A pesar de ello, ONU siguió adelante con las cifras sin corregir y adicionalmente hace una semana lanza la campaña en vía pública, llenando Santiago con avisos publicitarios que difunden las cifras de hace cuatro años, justamente días antes de la Cumbre Celac-UE.
[cita]Especialmente grave la equivocación cuando proviene de un organismo internacional que debe ser ejemplo de estándares de rigurosidad y calidad de la información. Sobre todo, cuando está en juego una realidad tan dolorosa y compleja como la muerte de mujeres en manos de sus parejas.[/cita]
En segundo lugar, es una muy buena noticia que nuestro país haya sido capaz de disminuir los femicidios en un 38 % desde el 2009, alcanzando Chile una de las más bajas tasas de América Latina y el mundo en este flagelo. Esto es algo que nos debiera enorgullecer a todos como chilenos/as. Que las cifras de la campaña de la ONU “Mujeres por Más” promovieran todo lo contrario, debiera indignar no solo a la Ministra sino a todos los ciudadanos/as.
En tercer lugar, sorprende que se otorgue una connotación negativa al hecho de que las denuncias por violencia intrafamiliar hayan aumentado. Cualquier experto sabe que una mujer se demora en promedio 7 años en denunciar, y el incremento de las denuncias es el reflejo de una sociedad sensibilizada con el tema, que entiende la violencia como un delito y no un problema privado de la pareja. Sólo la denuncia permite activar un mecanismo de protección en favor de la mujer y sacar del anonimato a un agresor que si es invisible queda impune. Por eso las campañas del Sernam llamando a la denuncia han sido claves en la lucha contra este delito.
El trabajo para erradicar la violencia contra la mujer ha sido prioritario para el Sernam, así la red Sernam está presente a lo largo de todo Chile a través de los 96 Centros de la Mujer, 24 Casas de Acogida 15 Centros de Reeducación de Hombres Agresores. Toda esta cobertura trasciende las comunas donde están instalados físicamente. Chile se destaca por tener una de las redes de atención más extendidas y eficaces de América Latina para la atención y combate contra la violencia hacia la mujer.
Por último, porque las mujeres son víctimas de violencia más allá de la esfera familiar, se logró la aprobación de la ley que castiga el delito de Trata de Personas, en que el 80 % de las víctimas son mujeres. Por primera vez, hoy nuestro país cuenta con una casa refugio para víctimas de este crimen, implementada durante 2012 por el Sernam. Este año 2013 el Servicio Nacional de la Mujer sigue avanzando en el combate de la violencia hacia la mujer creando los primeros tres Centros de atención y reparación para víctimas de violencia sexual, cumpliendo un anhelo muy profundo de extender el trabajo en contra de la violencia hacia la mujer a otros temas que van más allá del ámbito familiar.
Sabemos que la eliminación de la violencia contra la mujer es un camino largo y difícil, por lo mismo debe ser un esfuerzo coordinado entre todos los entes que se encuentran comprometidos con el tema. Las organizaciones de la sociedad civil son claves en esta tarea. Tenemos mucho que hacer, por lo tanto, nos resulta incomprensible que en vez de reconocer los avances algunos tergiversen o derechamente entreguen información que en nada contribuye a la lucha contra este flagelo. Por ello nos alegramos que la ONU haya reconocido su error, retirado los afiches y celebrado los indiscutibles avances que Chile ha tenido en esta materia.