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La foto falsa de Chávez: apuesta perdida de El País

Luis Cuello
Por : Luis Cuello Autor del sitio Otra Prensa!.
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La publicación en el diario El País de una falsa foto de Hugo Chávez, entubado en una camilla, sigue dando lugar a una amplia discusión. Ante un protagonismo tan vergonzante, el periódico español intenta convertir su forzosa retractación en una virtud.

Suponiendo la veracidad de la foto, el único argumento que invoca para justificar la difusión de la imagen de un enfermo, casi moribundo, radica en la carencia de información —según El País— sobre el estado de salud del presidente venezolano. Acá encontramos una primera debilidad. La fotografía, en la hipótesis que realmente hubiera sido Chávez, no aporta ninguna información novedosa. Se ha explicado que padece un cáncer en la zona pélvica, que fue sometido a intervenciones quirúrgicas, que sufre una infección respiratoria. Con estos datos, el paso por una sala de operaciones es un escenario obvio. La nota “El secreto de la enfermedad de Chávez”, no descubre absolutamente nada.

Con este antecedente se desprende claramente que el afán del diario de PRISA no era, ni de lejos, satisfacer una necesidad de información o de transparencia: el objetivo era asestar un golpe definitivo al presidente bolivariano, fijar para la historia la imagen del vencido.

¿Fue realmente un error de El País? En el relato publicado el pasado sábado 24 de enero, por el que el diario explica como se llegó a la fallida portada, hay apreciaciones contradicatorias sobre la certeza de la identidad del fotografiado. “Tenemos una foto de una persona que parece Hugo Chávez”, dice uno, “…nadie pone en duda que sea Chávez”, afirma otro más adelante. Más allá de esto, el texto que acompañó la foto es revelador, pues reconoce que el diario “no ha podido verificar de forma independiente las circunstancias en que fue tomada la imagen, ni el momento preciso ni el lugar”.

Públicamente toman el riesgo de que la imagen fuera falsa. Bastaba con publicar la foto y asociarla a Chávez. El verdadero error, entonces, consistió en pensar que nadie podría desmontar este “golpe periodístico”, tal como ocurrió. No es ésta la primera vez que se publica información falsa sobre Venezuela, pero sí es inédito que una operación mediática contra el gobierno de ese país se desplome tan estrepitosamente.

Toda esta secuencia debe comprenderse en un contexto político, en que los grandes medios de comunicación ocupan un lugar privilegiado en el orden de batalla. Desde que Venezuela comenzó la transformación del mapa político en América Latina, se libra una guerra sin cuartel en el campo comunicacional. Con toda razón, el breve derrocamiento del presidente Chávez en 2002 ha sido llamado el “primer golpe mediático de la historia”.

El paso en falso del Grupo Prisa, no sólo daña su propia credibilidad, sino que compromete la efectividad futura de la campaña contra el gobierno venezolano. Se trata, en definitiva, de una seria derrota política para el conservadurismo. Y, para peor, autoinflingida.

(*) Texto publicado en El Quinto Poder.cl

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