ANÁLISIS
En la elección del domingo si se juegan cosas importantes para el futuro de la DC y la Concertación, más allá de lo desabrida que haya sido la lucha electoral de las últimas semanas.
El viejo canciller alemán, el democristiano Konrad Adenauer, solía señalar que “la lucha electoral ante todo es lucha”. Este domingo 17 de marzo, el partido Demócrata Cristiano debiera enfrentar una lucha electoral, dado que se realizará la elección de su directiva nacional. Sin embargo resulta extraño, pero revisando los medios de comunicación nacional, esta elección pareciera irrelevante en el contexto del proceso político que sigue el país, como si este ejercicio democrático partidario no significara mucho en la agenda política nacional y que, por lo tanto, no tuviera mucha incidencia en el futuro del partido, de la Concertación y de la política nacional. Extraño es también, que los dos candidatos con más posibilidades de quedarse con la presidencia del PDC, Ignacio Walker y Aldo Cornejo, no hayan exacerbado el debate de las ideas en el contexto de esta supuesta lucha electoral; lo cierto es que esta ha sido una campaña de guante blanco. Sin embargo, esta elección no es baladí y ambos candidatos han recurrido a todas sus capacidades para vencer el domingo, porque más de algo se juega en esta elección.
Vayamos por parte. Efectivamente, en esta elección no se juegan sendas propuestas ideológicas en el partido de la falange, como sí lo fueron las disputas entre oficialistas y rebeldes, representados respectivamente por Eduardo Frei Montalva y Rafael Agustín Gumucio hacia fines de la década de ‘1960, o las diferencias entre chascones y guatones que se expresaban entre Gabriel Valdés y Patricio Aylwin como estrategia para enfrentar y derrotar a la dictadura militar.
[cita]Lo que se juega la DC el domingo dice relación fundamentalmente con la política de alianzas y el rol del Partido Comunista en el futuro de la Concertación. Por una parte, Cornejo es más proclive al diálogo con la izquierda y por cierto con el PC, aunque si bien en su programa no está definida la incorporación de los comunistas a la Concertación, su postura es más abierta en esta materia. Por su parte, respecto a este mismo debate, Walker es más crítico y claramente su posición se distancia de una incorporación del PC a la Concertación.[/cita]
Tampoco en esta elección está presente la polarización que se dio en el PDC hace algunos años atrás entre Colorines y Aylwinistas, representada en la disputa entre Adolfo Zaldívar y Gutemberg Martínez. No, ciertamente el domingo la DC no está en una encrucijada histórica que afecte hondamente su futuro, pero la elección entre los camaradas Aldo Cornejo e Ignacio Wlaker tiene una importancia en varios aspectos que afectarán a la DC, a la Concertación y también a las políticas públicas que se implementen en los próximos años en el país.
Lo que se juega la DC el domingo dice relación fundamentalmente con la política de alianzas y el rol del Partido Comunista en el futuro de la Concertación. Por una parte, Cornejo es más proclive al diálogo con la izquierda y por cierto con el PC, aunque si bien en su programa no está definida la incorporación de los comunistas a la Concertación, su postura es más abierta en esta materia. Por su parte, respecto a este mismo debate, Walker es más crítico y claramente su posición se distancia de una incorporación del PC a la Concertación; por tanto, una lectura rápida diría que dentro de la DC Cornejo estaría en una posición más proclive a la izquierda y Walker más a la derecha. Lo anterior es importante, debido a que el tema del PC y la política de alianzas están en directa relación con la conformación del conglomerado de la candidatura presidencial de la oposición y de la formación del futuro gobierno.
Se ha señalado y no se ha desmentido que Cornejo cuenta con la ventaja de la amistad de la ex presidenta Bachelet y para ella es muy importante que toda la oposición, incluida la concertación y el PC, respalden su candidatura, siendo esta inclusión una ventaja, tanto a la hora de desarrollar su campaña como al momento de conformar el Gobierno. En tanto, Walker retruca con su experiencia de más de dos años a la cabeza del partido y que, más allá de las simpatías personales de Bachelet, esta tendrá necesariamente que entenderse con los partidos de la oposición.
Por otra parte, lo que la DC se juega también el domingo dice relación con la modernización del partido, cuyas estructuras políticas burocráticas se remontan a la década de ‘1960. En el PDC saben que esa es una tarea pendiente, como también la renovación ideológica, lo que se traduce en la necesidad de realizar un nuevo congreso ideológico, dado que desde el último ya han pasado 6 años.
En definitiva, en la elección del domingo si se juegan cosas importantes para el futuro de la DC y la Concertación, más allá de lo desabrida que haya sido la lucha electoral de las últimas semanas.
