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La promesa de cambiar la Ficha de Protección Social

Jorge Fantuzzi
Por : Jorge Fantuzzi Socio de F&K Consultores y ex Secretario Ejecutivo del Comité de Expertos de la FPS
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Llama la atención que Michelle Bachelet diga que una de sus primeras medidas será corregir la FPS para devolver los beneficios a quienes los han perdido. Ninguna de las medidas implementadas durante esta administración busca quitarles beneficios a los más necesitados y, además, la FPS actual es en esencia la misma que ella dejó; por tanto, en su intención de cambiarla ella estaría reconociendo que la herramienta creada durante su mandato estaba mal concebida. Este gobierno sólo ha buscado dejar un sistema que no califique como vulnerables a aquellos que realmente no lo son y, así, focalizar recursos donde se requieren.


Tal vez muchos de los lectores no dimensionan la importancia de la Ficha de Protección Social (FPS), sin embargo, con ella se focalizan los beneficios sociales de más de 11 millones de personas. Si una familia vulnerable, que necesita ayuda estatal, tiene un puntaje demasiado alto en la FPS, entonces probablemente no podrá recibir beneficios como el Subsidio Único Familiar o –en casos más extremos– el Ingreso Ético Familiar. Por eso es tan importante lo que proponen los candidatos presidenciales al respecto.

La FPS entró en vigencia en mayo de 2007, cuando Michelle Bachelet era Presidenta. A pesar de las buenas intenciones y un enfoque correcto en su diseño original, la FPS terminó siendo un desastre.

Uno de sus mayores problemas era que la FPS usaba sólo la información proporcionada por la familia para calcular el puntaje. Esto trajo una subdeclaración de variables relevantes, como la educación o la salud de la familia, que no permitía ordenar adecuadamente a las familias según su vulnerabilidad. Para graficar, un ejemplo: imagine una persona que en la FPS señala que tiene segundo básico cuando en realidad terminó cuarto medio (y el registro aparecía en algunas ocasiones en MINEDUC, pero no se revisaba). Esa familia tendría un bajo puntaje de la FPS, lo que en la práctica le daba más beneficios de los que merecía y les quitaba recursos a familias más vulnerables.

[cita]Llama la atención que Michelle Bachelet diga que una de sus primeras medidas será corregir la FPS para devolver los beneficios a quienes los han perdido. Ninguna de las medidas implementadas durante esta administración busca quitarles beneficios a los más necesitados y, además, la FPS actual es en esencia la misma que ella dejó; por tanto, en su intención de cambiarla, ella estaría reconociendo que la herramienta creada durante su mandato estaba mal concebida. Este gobierno sólo ha buscado dejar un sistema que no califique como vulnerables a aquellos que realmente no lo son y, así, focalizar recursos donde se requieren.[/cita]

Este y otros problemas hicieron que muchas familias estuvieran descontentas, porque percibían la FPS como un sistema injusto, que premiaba a quienes más manipulaban sus respuestas al cuestionario. Obviamente, este descontento –muy generalizado– era entendible.

El 2010, el Presidente Piñera llamó a un Comité de Expertos de diferentes disciplinas y colores políticos para que hiciera un diagnóstico de la FPS y entregara algunas recomendaciones. Este Comité escuchó comentarios de diferentes municipios, beneficiarios, centros de estudio, ONG’s, parlamentarios de diferentes sectores, instituciones públicas y organizaciones de base. Después de meses de trabajo, el Comité hizo un diagnóstico claro: la FPS debía ser corregida.

A partir de tal diagnóstico, este gobierno ha preparado algunos cambios que sólo pueden ser percibidos como unos que le dan más justicia a la focalización de recursos (cambios que aún no se han implementado completamente). Se han cruzado los datos con registros administrativos para usar los datos de salud y educación verdaderos de las familias, se ha diseñado un nuevo cuestionario que permite conocer mejor la realidad familiar y, siguiendo modelos como el del SII, se puso a trabajar a un equipo de fiscalizadores para que revisaran la información de familias que no son vulnerables. Además, se está trabajando en un nuevo algoritmo de cálculo que incorpora las recomendaciones del Comité de Expertos para que la focalización sea más justa (hay que reconocer que la implementación de la nueva ficha aún no está lista y debe ser un compromiso de este gobierno materializarla antes que termine el año 2013).

Por eso llama la atención que Michelle Bachelet diga que una de sus primeras medidas será corregir la FPS para devolver los beneficios a quienes los han perdido. Ninguna de las medidas implementadas durante esta administración busca quitarles beneficios a los más necesitados y, además, la FPS actual es en esencia la misma que ella dejó; por tanto, en su intención de cambiarla, ella estaría reconociendo que la herramienta creada durante su mandato estaba mal concebida. Este gobierno sólo ha buscado dejar un sistema que no califique como vulnerables a aquellos que realmente no lo son y, así, focalizar recursos donde se requieren.

Para los que conocemos la FPS de cerca, esta promesa de la candidata Bachelet suena inadmisible y contradictoria. Si se quiere hacer promesas respecto de la focalización de beneficios sociales, algo mucho más constructivo sería comprometerse a continuar con los avances de estos años, para que definitivamente tengamos un sistema que ayude eficiente y dignamente a los que más lo necesitan.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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