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Por qué Poli Délano

Rafael Rosell Aiquel
Por : Rafael Rosell Aiquel Rector de la Universidad Pedro de Valdivia
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Autor multifacético y prolífero, Poli sabe los secretos más íntimos del relato, género donde nada como pez en el agua. Su registro discursivo tiene esa magia de desdoblarse para abarcar códigos cultos y populares al mismo tiempo. Con influencia norteamericana que nos lleva a grandes íconos como Faulkner o Hemingway, la voz narrativa de Délano establece una conexión directa con el lector, sin intermediarios ni preámbulos se vuelve una relación personal.


Junto con saludarlos, me dirijo a ustedes para expresar que como parte de su misión intrínseca comprometida con la generación de conocimiento para la promoción de la cultura, la Universidad Central de Chile quiere proponer al destacado escritor chileno Enrique (Poli) Délano Falcón, como candidato para obtener el Premio Nacional de Literatura 2014.

Poli Délano es merecedor del galardón más importante de las letras nacionales no solo por la calidad literaria de sus libros, el éxito editorial, y la relevancia cultural, artística, y lingüística de su legado, sino por algo que conforma la esencia y génesis de tal distinción: el reconocimiento a la obra de la vida de un escritor y al mismo tiempo a la historia de nuestra cultura, rendir culto a obras y autores esenciales de nuestra literatura.

El Premio Nacional de Literatura debe ser otorgado a lo más representativo de los valores históricos de la literatura del país, y en ese sentido de la prosa de Poli Délano emerge una profunda chilenidad. Desde experiencias muy cosmopolitas, en su obra irrumpe lo profundo de la identidad chilena: los acontecimientos históricos que construyeron nuestra idiosincrasia, las costumbres, los conflictos que marcaron a la generación que vivió la dictadura, el trauma del exilio, el existencialismo en el estado más natural del chileno.

[cita]Autor multifacético y prolífero, Poli sabe los secretos más íntimos del relato, género donde nada como pez en el agua. Su registro discursivo tiene esa magia de desdoblarse para abarcar códigos cultos y populares al mismo tiempo. Con influencia norteamericana que nos lleva a grandes íconos como Faulkner o Hemingway, la voz narrativa de Délano establece una conexión directa con el lector, sin intermediarios ni preámbulos se vuelve una relación personal.[/cita]

Autor multifacético y prolífero, Poli sabe los secretos más íntimos del relato, género donde nada como pez en el agua. Su registro discursivo tiene esa magia de desdoblarse para abarcar códigos cultos y populares al mismo tiempo. Con influencia norteamericana que nos lleva a grandes íconos como Faulkner o Hemingway, la voz narrativa de Délano establece una conexión directa con el lector, sin intermediarios ni preámbulos se vuelve una relación personal.

Historias marginales desde una perspectiva cotidiana y profundamente realista, existencias solitarias, personajes en franca decadencia, los juegos macabros del azar, amores con cierres abruptos, nostalgias de juventud.

Igualmente resalta en su narrativa un lirismo de corte realista que crece en la particular maestría del autor al convertir los conflictos, las historias, las descripciones, los personajes, y las situaciones de carácter local y específico en universales. Tal vez porque es, incuestionablemente, un hombre de mundo, que nació en Madrid, y ha vivido en México, Estocolmo, Nueva York, Beijing. No es extraño por tanto que la topografía de sus obras lleve al lector a Kenia, Nueva York, China, México, Suecia, Francia, Valparaíso, Pekín, Hong Kong, Valdivia, la selva africana.

Mencionar sus obras conlleva un largo recorrido por géneros, y décadas de la historia de Chile, donde destaca su genio en el género narrativo con los libros de cuentos: Amaneció nublado (1963), Vivario (1971), Cambio de máscara (1973), Como buen chileno (1973), Sin morir del todo (1975), Dos lagartos en una botella (1975), Veinticinco años y algo más (1985), Como una terraza en la quebrada (1987), Un leopardo en la cumbre de un volcán (1989), Cuentos escogidos (1994), Cuentos (1996), Solo de Saxo (1998); las novelas Cero a la izquierda (1966), En este lugar sagrado (1977), Piano-bar de solitarios (1983), El hombre de la máscara de cuero (1984), Como si no muriera nadie (1987), Casi los ingleses de América (1990), Muerte de una ninfómana (1996), Humo de trenes (1997), La cola (1999), Este banco del parque (2002); y libros para niños, como Policarpo y el tío Pablo (2004). También obras suyas han sido traducidas al inglés, francés, noruego, ruso y coreano.

Además de más de una veintena de novelas y cuentos, ha incursionado en la autobiografía con Memorias Neoyorquinas; en la literatura infantil con Humo de trenes y la serie dedicada a Policarpo; además de antologador de Cuentos centroamericanos, Cuentos mexicanos, Diez grandes cuentos chinos y Cuento chileno contemporáneo.

A ello se suma su labor como guionista de cine y televisión, un hermoso trabajo dirigiendo talleres literarios, publicando artículos en revistas y diarios, participando en tertulias, lecturas públicas y foros; aportando al desarrollo cultural de nuestro país.

A sus 78 años, continúa creciendo su carrera literaria, su pluma inquieta nos entrega ahora Afuera es noche, su última novela, y la compilación Según pasan los años, del crítico norteamericano John Hassett, ambas publicadas por Ediciones Ceibo.

Con el antecedente de la rica y extensísima obra literaria de Enrique (Poli) Délano Falcón, así como su exitosa trayectoria e impronta en nuestro país y en nuestras letras, Poli merece ser distinguido con el Premio Nacional de Literatura 2014.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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