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La carreta delante de los bueyes

Por: Daniel Araneda, ingeniero comercial.


Señor Director:

Cuándo preparas una clase, es bueno partir preguntándose ¿qué quiero enseñar a mis estudiantes? ¿Qué quiero que sepan al final de la clase? Proponiéndose el objetivo, vendrán las estrategias y actividades adecuadas a ese fin.

En este momento se están discutiendo temas relevantes para la reforma educacional: lucro, copago y selección; el tema del financiamiento abre otra arista con la reforma tributaria. Si comparara lo que está pasando ahora con una clase, pensaría que estamos planificando las actividades antes del objetivo. ¿En qué momento vamos a discutir la educación que necesitamos? ¿En qué momento vamos a discutir qué es calidad? Esas respuestas parecen contestadas: ¿Calidad? Mayor puntaje en el SIMCE y en la PSU. ¿Calidad? Bajos índices de repitencia en las escuelas y colegios en base a pasar alumnos que manejan muy por debajo del currículum mínimo. ¿Calidad? Profesores trabajando el 75% de sus horas en sala y teniendo apenas un 25% para reflexionar sobre su labor pedagógica, para atender alumnos y apoderados, para elaborar y corregir pruebas, para planificar clases. ¿Calidad? Días de clase con hasta 10 horas pedagógicas donde los colegios parecen más guarderías que lugares donde los niños vienen a aprender. ¿Calidad? Más y más horas de matemática y lenguaje, y menos horas de educación cívica, artes e historia.

Si no me cree, vaya a un colegio, los incentivos económicos por los que estamos discutiendo están asignados justamente en torno a la calidad que exige el Estado. Entonces ¿cuándo y cómo vamos a discutir qué es calidad?

 

Daniel Araneda, ingeniero comercial de la FE.
Imparte clases en una escuela en Lanco, Región de Los Ríos.

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