Cuando se realizan estudios de dotación de personal, entendiendo que deben cumplir horarios que no superen las 45 hrs. semanales, y que las horas extraordinarias no sean una norma, sino una eventualidad, y se llega a conclusiones donde se identifica una falta de personal de más del 50%, entonces se entendería que se está ante una situación crítica, donde los trabajadores suplen ese trabajo con horas extraordinarias que se vuelven ordinarias.
Sin tener toda la información en la mano, los sindicatos están respaldando sus requerimientos en diversos estudios, que dan a entender que la dotación actual de 1.300 funcionarios debiera estar en 2.100, es decir, solicitan un aumento de un 60% de personal.
Hay preguntas que uno no puede dejar de hacerse. Las horas extras siempre se pagan a un precio más caro, por ende, ¿dónde está la eficiencia? ¿dónde está la ganancia para el estado?. Existe un compromiso del personal absolutamente debilitado, porque no duerme bien, no tiene los descansos necesarios, afectando directamente su propio trabajo y su entorno familiar. Finalmente, el supuesto ahorro del Estado termina generando gastos superiores a los que implicaría aumentar la dotación de personal.
[cita]El problema de Aduanas es otro ejemplo de las ineficiencias que se dan al interior del Estado, pero no por exceso de personal sino por déficit. Hay áreas que deben revisarse, en dotación y en procesos. Es necesario, como obligación fundamental de quienes tienen a cargo la dirección del servicio, de responder con eficiencia y calidad. Cada peso ahorrado por el Estado, es un peso más que se puede gastar justamente en donde están las debilidades de nuestra nación. [/cita]
El problema de Aduanas es otro ejemplo de las ineficiencias que se dan al interior del Estado, pero no por exceso de personal sino por déficit. Hay áreas que deben revisarse, en dotación y en procesos. Es necesario, como obligación fundamental de quienes tienen a cargo la dirección del servicio, de responder con eficiencia y calidad. Cada peso ahorrado por el Estado, es un peso más que se puede gastar justamente en donde están las debilidades de nuestra nación.
Asegurar el servicio, con buena calidad, con personal comprometido, implica tener objetivos claros, medibles y cuantificables, con buenos indicadores, de tal manera que sea previsible la situación para preparar bien el propio futuro de un Servicio crucial e imprescindible, sabemos además, que cada vez es más demandante.
La modernización del estado es un paso fundamental para los servicios públicos, contar con información fidedigna que permita tomar decisiones es una necesidad, enfocarse en el usuario es un estándar (qué sentido tiene el servicio si no se enfoca en el usuario). Los indicadores deben dar esas respuestas para realmente enfocarse en las mejoras. Los usuarios de los servicios de Aduana lo agradecerán, así como también los usuarios de la Salud, de Vivienda, del SENAME, etc.
