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La Escuela de la Américas y su prolongación en el Instituto de Cooperación y Seguridad del Hemisferio Occidental

Cristóbal de la Cerda Rodríguez
Por : Cristóbal de la Cerda Rodríguez Coronel Jefe del Departamento comunicacional del Ejercito
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La reciente publicación del artículo “Escuela Suramericana de Defensa: una apuesta en la dirección correcta” (Mladen Yopo, en El Mostrador del 2 de mayo), reabre el debate sobre el rol que en su momento jugó la Escuela de las Américas y, por ende, del papel que hoy desempeña el Instituto de Cooperación y Seguridad del Hemisferio Occidental (WHINSEC, por sus siglas en inglés), su sucesor.

La misión del Instituto de Cooperación y Seguridad del Hemisferio Occidental, según su sitio web, es proveer educación y adiestramiento profesional a militares, personal del orden público y civiles de los países del Hemisferio Occidental, en el contexto de los principios democráticos consignados en la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Los programas de instrucción y cursos que ofrece WHINSEC incluyen, por ley, contenidos sobre democracia y derechos humanos, enfatizándose, en el área del respeto de los derechos humanos, el imperio de la ley, el debido proceso legal, el control civil sobre las fuerzas armadas y la función de los militares en una sociedad democrática.

[cita] Los contactos e intercambio académico con WHINSEC han constituido una verdadera oportunidad para el Ejército de Chile y para las relaciones exteriores del país; oportunidad que debe ser fortalecida en el tiempo, sin perjuicio del control por parte de las autoridades del sector Defensa y de esa institución, que es menester continuar ejerciendo a fin de asegurar que los objetivos y propósitos asociados a esta actividad, permanezcan incólumes. [/cita]

Más de dos mil integrantes del Ejército de Chile, entre instructores y alumnos, han sido comisionados a WHINSEC desde su creación el año 2001, destacándose por su desempeño académico, liderazgo, competencias tácticas y capacidades físicas. Incluso dos de sus oficiales del grado de Coronel, han ocupado el cargo de Subdirector de ese Instituto.

El valor agregado y beneficios de la participación en WHINSEC trascienden al Ejército. La representación nacional en dicho organismo ha constituido una instancia concreta de integración americana, contribuyendo de una manera efectiva a la política exterior de Chile. Allí se encuentran presentes los futuros mandos de la gran mayoría de los ejércitos de la región.

En esas condiciones, los contactos e intercambio académico con WHINSEC han constituido una verdadera oportunidad para el Ejército de Chile y para las relaciones exteriores del país; oportunidad que debe ser fortalecida en el tiempo, sin perjuicio del control por parte de las autoridades del sector Defensa y de esa institución, que es menester continuar ejerciendo a fin de asegurar que los objetivos y propósitos asociados a esta actividad, permanezcan incólumes.

Es posible sostener, entonces, que WHINSEC contribuye a la formación profesional y entrenamiento militar bajo parámetros compatibles con la política de defensa de Chile (explicitada en los Libros de la Defensa Nacional de Chile), y con los principios democráticos y los que inspiran nuestra política exterior (no intervención, respeto al derecho internacional; promoción de la democracia y los derechos humanos; cooperación regional, entre otros).

Todo lo cual es independiente y no se contrapone con lo que el Estado chileno resuelva respecto a una futura participación de nuestro país en la recientemente inaugurada Escuela Suramericana de Defensa (ESUDE), en Ecuador.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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