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Apenas un ciudadano, mucho más que un consumidor Opinión

Apenas un ciudadano, mucho más que un consumidor

Juan Guillermo Tejeda
Por : Juan Guillermo Tejeda Escritor, artista visual y Premio Nacional "Sello de excelencia en Diseño" (2013).
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Acumular, sí, pero no más de lo que vas a necesitar para vivir toda tu vida. La acumulación despierta envidia, ansiedad, y empieza la gente a agarrar lo que pueda solo por agarrar, no por las cosas mismas. Nos arruinamos así la vida. Aparte que, mientras un 1% es dueño más o menos de la mitad de la riqueza mundial, hay niños y personas que no tienen qué comer o deben esclavizarse para ello.


Ya está listo mi programa de Gobierno:

1.- Se prohíbe ser multimillonario, uno puede acumular como máximo lo que pueda gastar hasta morirse viviendo sobriamente.

2.- Se prohíben todas las armas, menos pelear cuerpo a cuerpo.

3.- Habrá un solo supermercado por ciudad, el resto serán pequeños comercios.

4.- Las empresas que alcancen cierto volumen exagerado de negocios se disolverán automáticamente.

5.- Todo el mundo tiene derecho a una renta básica por el hecho de nacer.

6.- Solo se puede mandar los niños al colegio dos mañanas por semana, el resto en casa.

7.- La moda y vestirse bien deben ser muy importantes, lo mismo la música.

8.- No habrá subsidios al libro, que cada cual lea o publique, eso es todo.

9.- Los trabajos inútiles serán gravados con un superimpuesto.

10.- No se permiten los autos.

11.- Todo el resto está permitido, que cada cual haga, diga y piense lo que le parezca.

12.- No hay políticos, todo se discute y se decide online.

Uno es apenas un ciudadano, y mucho más un consumidor o cliente que un sujeto político. Lo que no quita que algunos pensemos, a veces, en medidas orientadas al bien público que, de ser aplicadas correctamente, nos harían más fácil la existencia. Este sería mi programa de gobierno, parece presuntuoso pero al final cada cual es dueño de imaginar la vida común como le parezca. Voy a detallar brevemente mis 12 medidas.

1.- Se prohíbe ser multimillonario, uno puede acumular como máximo lo que pueda gastar hasta morirse viviendo sobriamente. ¿Para qué quedarse con tanto? Los multimillonarios, que se pelean por estar en la lista Forbes, dan vergüenza, es como si en un cóctel se quedaran dos o tres invitados con el 80% de los canapés, nueve bandejas de pisco sour, todos los dulcecitos menos los empolvados, etc., esa es una actitud poco elegante. Acumular sí, pero no más de lo que vas a necesitar para vivir toda tu vida. La acumulación despierta envidia, ansiedad, y empieza la gente a agarrar lo que pueda solo por agarrar, no por las cosas mismas. Nos arruinamos así la vida. Aparte que, mientras un 1% es dueño más o menos de la mitad de la riqueza mundial, hay niños y personas que no tienen qué comer o deben esclavizarse para ello. Los multimillonarios, además, que no saben qué comprar ya, se compran, como Piñera, un pedazo del país, o como Ponce Lerou y otros, un pedazo del Parlamento. Así no seremos felices. Propongo un sistema mundial que haga técnicamente imposible acumular más de lo necesario para toda la vida, que ya es mucho, algo como un software: «No le puedo vender ná los barquillos porque usté ya tiene musho, dice aquí su tarjeta».

2. La idea terrorífica de un piloto militar que aprieta un botoncito y hace desaparecer a una ciudad lejana de gente a la que no conoce se parece bastante a las reuniones de mandatarios de potencias mundiales que ahora vemos, donde acuerdan qué van a bombardear la próxima semana. Los valientes soldados que se parapetan en un búnker y ordenan  destrucciones masivas son, en verdad, repugnantes. Quien quiera pelear, pues, que salga a pelear, pero con sus manos, artesanalmente, jugándosela. Esos generales y presidentes queremos ver. Los seres humanos somos naturalmente agresivos, como muchas especies animales, pero las guerras últimas son un escándalo y nada tienen que ver con nuestra naturaleza animal. La tecnología nos ha ayudado a ciertas eficiencias, pero nos ha hundido también en situaciones miserables, como la de las armas. Si tenemos la tecnología para producirlas podemos tener la necesaria para hacerlas desaparecer.

3. La concentración del comercio en unas pocas cadenas y holdings, cada vez menos de ellos, que venden coludidamente todos ellos lo mismo y al final venden sobre todo sus propias marcas de arroz, de aceite, de todo, homogeniza artificialmente un mundo que es naturalmente variado, y se presta para ahogar a los pequeños comercios, a los emprendimientos diversos, a la natural complejidad de nuestra producción y distribución de alimentos y cosas. Por un lado, llegamos a que hay demasiadas cosas, inservibles, desechables, y por otro, a que todo es un poco lo mismo. Basta con un buen supermercado en cada ciudad que puede licitarse cada tres años, y el resto que sean pequeños comercios, ferias libres, almacenes de la esquina, tiendas de comercio justo, de proximidad, es que uno se pone tan orgánico.

4. Una empresa empieza ahora vendiendo sushi pero al poco tiempo controla el transporte de su producto, y después se compra dos bancos y una financiera, y una viña, y al final ya ni se acuerdan de qué venden. Son máquinas de hacer un dinero que está sobredimensionado y la relación con las personas ha desaparecido. Eso no puede ser. Empresas, sí, compañeros, pero más o menos hasta de este porte.

5. La renta básica es posible. Si los chilenos tenemos una renta per cápita de 20 mil dólares al año, o sea, 2 y medio millones de pesos por persona o 10 millones para un hogar de 4 personas, lo que viene a significar unos 800 mil pesos al mes, asignemos para empezar cien mil pesos mensuales a cada persona. Dejaríamos de inmediato de tener muchísimos problemas y muchas ansiedades. Y se harían más ricos solo quienes quisieran.

[cita]Suprimir los políticos y reemplazarlos por un software online sería cosa sencilla. Los políticos existen porque se dice que miles o millones de personas necesitan elegir representantes para discrepar, negociar y ponerse de acuerdo, pero seguro que podemos elaborar un software para eso, así nos evitamos el bochornoso caso de nuestro Parlamento corrupto, de los viajes al rugby, del hijo de la Presidenta, cosas así.[/cita]

6. Colegio dos veces por semana sería un gran ahorro, y menos encarcelamiento infantil, aparte que obligaría a los padres a hablar más con sus hijos, estar más en la casa, trabajar menos en tonterías. En los colegios no se aprende nada salvo malas prácticas, todo lo bueno está en el barrio o en internet.

7. Creo que vestirse bien y andar la gente sexy es algo muy positivo, nos sube el ánimo y alegra el espíritu. Lo mismo la música, que no falte, que sea diversa pero no imponerla a los demás. Esas cosas deberían contar con facilidades.

8. Dejar en paz al libro, no hay que obstaculizarlo ni subsidiarlo, y que cada cual se exprese como quiera. Si se han prohibido previamente los holdings editoriales habrá naturalmente muchas más editoriales pequeñas.

9. Hay muchos trabajos inútiles que generan socialmente más perjuicio que bienestar, como por ejemplo construir rascacielos, fabricar autos, vender comida chatarra, predicar sobre la vida sexual de los demás desde las iglesias, emitir matinales de televisión, etc., no hay que prohibirlos, pero que el que quiera trabajar en eso que pague a la comunidad para compensar el perjuicio que causa.

10. La prohibición de los autos salvaría muchas vidas, limpiaría el aire y estimularía la existencia de muchas bicicletas o de ir a pie o de un buen transporte público.

11. Que todo el resto esté permitido haría más sencilla la legislación y todos se sentiría libres, es que lo serían. Que cada cual piense, diga y haga lo que le parezca sin molestar mucho al prójimo.

12. Suprimir los políticos y reemplazarlos por un software online sería cosa sencilla. Los políticos existen porque se dice que miles o millones de personas necesitan elegir representantes para discrepar, negociar y ponerse de acuerdo, pero seguro que podemos elaborar un software para eso, así nos evitamos el bochornoso caso de nuestro Parlamento corrupto, de los viajes al rugby, del hijo de la Presidenta, cosas así. Aparte que esas encuestas del Sr. Méndez de las cejas deben ser muy truchas, un sistema online mediría instantáneamente el estado de opinión de la gente en cada tema.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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