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Pulso a la elección municipal Opinión

Pulso a la elección municipal

Axel Callis
Por : Axel Callis Sociólogo. Analista político
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Lo que se viene para ambos pactos (NM y Vamos Chile) es más bien político y muy estratégico, pues comienza un ciclo electoral corto e intenso, donde lo presidencial cruza todo el proceso y repercutirá fuertemente en la elección parlamentaria plurinominal. Por eso en la NM es tan compleja la negociación municipal, pues se liga a la parlamentaria y determina la presidencial no solo como listas sino también como vigencia del pacto político que se ha mantenido hasta estos días. Por esa razón es que la petición de los partidos de la NM a la DC tiene sentido, en términos de definir si se respetarán o no las condiciones del 2008 y 2012, sobre candidato único del conglomerado, apoyo irrestricto al Gobierno y lista única al Parlamento. Así como la voluntad de participar en primarias legales para despejar competencias en comunas claves.


Renovación Nacional tomó una importante decisión en su consejo nacional hace poco más de una semana: decidió ir en una sola lista a las próximas elecciones municipales. En otras palabras, la derecha iría en tres listas: La UDI, RN y una compuesta por el PRI más Evópoli, partido aún en formación.

¿Por qué toma esta decisión RN? Esencialmente por razones políticas y electorales, que tienen mucho que ver con el futuro del pacto Vamos Chile, al ser potencialmente vinculantes con la elección parlamentaria y presidencial –la UDI no tiene candidato propio–. Así, desde el punto de vista político, asociarse con un partido con una reputación en el suelo, como la UDI, y asociada a la derecha más extrema, no resulta buen negocio.

Los procesos constitucionales en ciernes y buenos rendimientos electorales locales, le permiten a RN comprender bien el período y verlo también como una oportunidad política que, con elenco propio, puede correrse junto al PRI y Evópoli al centro del espectro. RN sabe que la lista única podría camuflar a la UDI, y también sabe que su votación propia no es tan lejana a sus socios. Es más, RN, con casi 80 mil votos menos que la UDI el 2012, obtuvo casi los mismos concejales que su aliado. Es hora de crecer.

De esta forma, tres listas en la derecha, tiene que ver más con el futuro del pacto que con el presente. Es arriesgado, pero tiene mucho de sentido común que en un ambiente de proliferación de partidos, hay que asentar la marca y pactar “arriba”, a nivel de alcaldes, aunque no se ganen todos los concejales que se podría fruto de la dispersión de votos del sistema proporcional. RN está comprendiendo bien las claves de los cambios a las lógicas de bloques que se vienen.

En cambio, en la Nueva Mayoría, aparentemente no se ha aprendido mucho. Después de dos intentos de ir separados, tanto el 2008 y 2012, ya se establecieron algunas verdades electorales y políticas.

El experimento del 2008 de ir en dos listas (PPD-PRSD y lista PS-PDC) no generó trágicos problemas de rendimientos, aunque estos bajaron en eficacia y, no obstante el aumento de candidatos al doble, el problema fue político y repercutió fuertemente en la electividad de alcaldes y posterior carrera presidencial de Frei.

El 2012, con los antecedentes del 2008 a la vista, se recayó en la misma práctica de las dos listas y, no obstante que el PDC siguió bajando su votación junto con el electorado en general, se sirvió del PS para aumentar su número de electos. La derecha también bajaba su votación. Así, la estable votación del PS le sirvió a la DC para aumentar en casi 50 concejales, a pesar de haber perdido 49 mil votos. El PS mantuvo su rendimiento, en una coyuntura en que podría haber crecido más que los otros en un ambiente de abstención extendida. Todo por el apoyo de sus socios a Michelle Bachelet en la presidencial que ya se desplegaba en esos días y la realización de un puñado de primarias que había acordado junto la DC y los otros socios.

[cita tipo= «destaque»]Sería una paradoja insostenible con los tiempos que la derecha tuviera primarias legales y la Nueva Mayoría no las hiciera por cálculo pequeño de algún socio del pacto. O peor, que organizara primarias “artesanales”, teniendo la ley para hacerlas legales, fiscalizadas y financiadas por el Estado.[/cita]

El PPD, como cabeza de lista, también aprovechó la situación y con casi 100 mil votos menos que el PS, eligió más concejales que su ex socio. ¿Cómo lo hizo? De la misma forma que la DC, “comió” por proporcionalidad del sistema, a los más chicos de su lista. En esta ocasión fueron los radicales y comunistas quienes aportaron solidariamente al más grande.

En resumen, más candidatos no dan más votación. Tanto el 2008 como el 2012, la NM aumentó al doble sus candidaturas (de 2240 el año 2004 en lista única a casi 4500 en dos listas esos años) con la paradoja constante de que el 90% de la votación de cada partido la obtiene el 50% de sus candidatos. Dicho menos elegantemente, el 50% de candidatos que va a una elección son “rellenos” o aportan muy poco a sus partido (un 10% entre todos los de la segunda mitad). Igualmente los independientes, obtienen rendimientos menores que los militantes de sus pactos.

Lo que se viene para ambos pactos (NM y Vamos Chile) es más bien político y muy estratégico, pues comienza un ciclo electoral corto e intenso, donde lo presidencial cruza todo el proceso y repercutirá fuertemente en la elección parlamentaria plurinominal.

Por eso en la NM es tan compleja la negociación municipal, pues se liga a la parlamentaria y determina la presidencial no solo como listas sino también como vigencia del pacto político que se ha mantenido hasta estos días. Por esa razón es que la petición de los partidos de la NM a la DC tiene sentido, en términos de definir si se respetarán o no las condiciones del 2008 y 2012, sobre candidato único del conglomerado, apoyo irrestricto al Gobierno y lista única al Parlamento. Así como la voluntad de participar en primarias legales para despejar competencias en comunas claves.

Sería una paradoja insostenible con los tiempos que la derecha tuviera primarias legales y la Nueva Mayoría no las hiciera por cálculo pequeño de algún socio del pacto. O peor, que organizara primarias “artesanales”, teniendo la ley para hacerlas legales, fiscalizadas y financiadas por el Estado.

Finalmente, a esta altura las decenas de partidos que están en procesos de inscripción ya saben que la historia electoral de Chile es implacable con los partidos pequeños y desunidos. La clave estará siempre en los sistemas proporcionales, en pactar, juntar y seguir pactando, que toda dispersión siempre favorecerá a los grandes.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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