Señor Director:
Ante un socialismo burgués y una derecha conservadora, es casi imposible sentir una adhesión política y pensar en levantarse a votar. Lamentablemente la clase político tiene pánico que los individuos tomen decisiones individuales, y para decirlo sin rodeos nos consideran tontos.
Cualquier ser racional tomará decisiones que maximice su beneficio y bienestar. Sería ilógico que una persona racional comprara en el supermercado el kilo de arroz más caro y el que menos le guste o menos utilidad le genere. Esto es tan manifiesto que va desde Marx considerado como valor de uso hasta la escuela austriaca donde se considera el concepto de utilidad.
El concepto de liberalismo fue el que genero progreso en el mundo, ya que al permitir libertad en materia economía, podría existir libertad individual y política. La planificación central de los gobiernos socialistas y los regímenes autoritarios nacionalistas, coartan la decisión de los individuos diciendo que es lo que pueden y deben consumir, la cantidad sin tomar en consideración el aspecto más relevante de los individuos su valoración sobre los bienes y servicios que quiere consumir. Y esto lo hace bajo criterios subjetivos de utilidad y objetivos de precios que vienen dados por la oferta y demanda de mercado.
Un claro ejemplo en la sociedad actual son las AFP, existe una gran desconfianza en que los ciudadanos tomen decisiones individuales racionales, por tanto nos obligan a los trabajadores dependientes a destinar parte de nuestro salario a la AFP, con la justificación de que las personas no ahorrarían para su pensión en el futuro, por tanto como somos irracionales debe hacerlo un organismo por nosotros. Les aseguro que si la AFP fuera voluntaria mejorarían las pensiones y las personas en forma racional podrían destinar parte de ese ingreso a diferentes opciones que mejoren su bienestar actual o futuro.
José Francisco Cuevas Vila, Ingeniero Comercial, Magister en Economía
