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Aún está pendiente el “gana la gente”


Debo reconocerlo: con la muerte del ex Presidente Patricio Aylwin mi visión hoy es mucho más crítica, pues con la llegada de la democracia en 1990 el consenso de Washington se instaló también en Chile. Junto con eso, la Constitución pinochetista de 1980 siguió en marcha hasta ahora, siendo Chile el único país de América Latina con una Carta Magna hecha en dictadura.

A pesar de eso y de mis dudas, fui a hacer guardia de honor en la Catedral metropolitana, donde justo me tocó estar en un homenaje que le rindió el dirigente mapuche Bernardino Rallimán al ex Mandatario. Y más que cualquier otra cosa, di el agradecimiento a la inmensa fila de personas que fueron a despedirse de él, ya que mis amigos y camaradas estaban ya hace mucho rato en eso.

Ahí encontré algo distinto. Escuchar las historias de gente de otros partidos que decían que era su deber asistir o de simples ciudadanos que viajaron de regiones solo a verlo, lo mismo que exiliados y parientes de seres queridos que en los años del autoritarismo fueron asesinados.

Ver a miles de personas que estaban ahí, de verdad, fue otra historia. Quizá una más empática y menos rebelde de lo que han vivido mis ancestros.

[cita tipo=»destaque»]Solo reflexiono. Y en eso creo que es cierto lo que dijo la Presidenta Michelle Bachelet: “Gracias a él estamos como estamos”. A lo mejor, la lectura puede darse desde dos perspectivas distintas, lo que es válido para quienes lo sucedieron y se engolosinaron con el poder.[/cita]

Vivir la historia es una cosa totalmente distinta. Sentir lo que otros sintieron es completamente diferente.

Solo reflexiono. Y en eso creo que es cierto lo que dijo la Presidenta Michelle Bachelet: “Gracias a él estamos como estamos”. A lo mejor, la lectura puede darse desde dos perspectivas distintas, lo que es válido para quienes lo sucedieron y se engolosinaron con el poder.

Pero la gente y los millares de personas decidieron revivir en estos días el sentir del término de una etapa y de un pedazo duro de la historia para comenzar con otra en la que había mucha más esperanza. Todos mis respetos para ellos.

Eso sí, es deber decir que aún está pendiente el “gana la gente”. Por eso que el desafío está ahí, en devolverles la dignidad a quienes aún creen, que no son pocos aún en tiempos de crisis y pesimismo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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